Pastor Julian Alvarez | Job 1:1-12 | 0 | 2993
Calificar

Cuando lo perdemos todo - Job 1:1-12

Estudio Biblico

Job 1: 1-12. Job fue un hombre en la Biblia que experimentó el quebrantamiento y la humillación. Job tuvo que cargar una cruz terrible. Perdió todas sus posesiones y por ende su sustento (ovejas, camellos) todo se lo robaron. También el mismo día un desastre natural hizo que Job perdiera todos sus hijos. Luego perdió su salud por una plaga de ulceras que cubrió todo su cuerpo.

Cuando todo esto ocurre, cualquiera de nosotros nos sumergiríamos en una crisis que posiblemente afectaría todas las áreas de nuestra vida. Es en estos momentos que entramos en una crisis todavía más profunda: una crisis teológica: "¿Cómo podemos estar amando y sirviendo al Señor y recibir golpes como estos?"

Pero infortunadamente no existe una teología para eso, tan solo una oración: “No te entiendo, pero gracias y te amo”. He descubierto que eso es lo más poderoso que puedes hacer. Dios pudo haber dejado solo a Job, podría haber dicho: “quédate con tu esposa pendenciera, quédate con tus diez hijos caprichosos, quédate con tu pequeño mundo seguro; pero el Señor dijo: Job, te amo demasiado como para dejarte a merced de ti mismo, te amo demasiado como para abandonarte a la pequeñez de lo que conoces”.

Si Dios no hubiera interrumpido la vida de Job, y si Job no hubiese caminado por un infierno viviente, jamás habríamos oído hablar de él, sino fuera porque todo se derrumbó y él persistió y dijo: “te amo”, “te adoro”. En su hora más oscura: “el Señor ha dado, el Señor ha quitado, bendito sea el nombre del Señor”.

Salmo 11: 5. Dice que el Señor prueba al justo, pero al malvado su alma aborrece. Así que, si eres justo, te pone a prueba y si eres malvado, te deja solo. Lo último que quieres es que en esos momentos Dios te deje solo.

Pero lo mejor de todo es que esto no fue el último capítulo en la vida de Job, ni tampoco lo es en la nuestra. En el capítulo 42 encontramos a un Dios de misericordia que le devuelve a Job el doble de lo que había perdido.

Tal vez Dios en algún momento permita que seamos pasados por un tiempo de sufrimiento donde todo nos sea quitado, pero si queremos experimentar el poder de la restitución o de la resurrección pues a Jesús le fue quitada la vida, primero tenemos que ser probados en la fidelidad y la resistencia.

Dios te confrontará (de esto no tenga la menor duda) pero esa confrontación te va a cambiar; luego te levantará para que también veas que se deleita en ti.

Para reflexionar: ¿Te mantendrías fiel y firme hasta que pases la prueba? ¿Qué espera Dios de ti en esos tiempos de dificultad?

“En el centro de la cruz se encuentra la lealtad de Jesús hacia su Padre celestial. Cuando nosotros somos leales al Padre en nuestras temporadas de cruz (sufrimiento), el Padre nunca se olvida… La cruz no fue el último capítulo en la vida de Jesús, ni tampoco lo es en nuestra vida, es la resurrección.” Bob Sorge.

Has esta oración conmigo: “Señor, no me dejes solo. Tengo que conocerte, tengo que verte, tengo que tenerte y quiero todo lo que tienes para mí. Señor, no me dejes a mi propia merced. Interrumpe mi vida si has de hacerlo. Ponme a prueba si has de hacerlo. Pero ven a mí, visítame, revélate a mí. Amen”.

 

 

 

 

TE PUEDE INTERESAR

¿Verdaderamente eres fiel a Dios? Job 1:6-12 Pas. Julian Alvarez

A la pregunta de Dios: ¿Te has fijado en Job? Satanás le responde a Dios “él te sirve solo por interés”. pero si le quitas todo te maldecirá en tú cara. Satanás argumenta que Job es fiel solo porque le conviene serlo y no porque amaba a Dios. el Señor finalmente aceptó el desafío de Satanás pero le prohíbe tocarlo. y ahí comienza su prueba de fe. SIN EMBARGO, JOB MANTIENE SU FE A PESAR DE LA PERDIDA DE SUS BIENES Y SU FAMILIA. Job 1: 20-22 NTV: “20Job se levantó y r...
Ver Mas

PASAJE BIBLICO

Job 1
1:1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

1:2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas.

1:3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.

1:4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos.

1:5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.

1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.

1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.

1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?

1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?

1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.

1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

SIGUENOS EN REDES SOCIALES