Estudio Biblico
CUÁNDO LE DECIMOS “TE AMO DIOS”, ¿QUÉ ESTAMOS ENTENDIENDO POR AMOR?
Cuando hablamos de amar, ¿A qué nos referimos? Para responder esta pregunta tenemos que preguntarnos por el concepto que tenemos de amor, ya que, muy seguramente eso es lo que entenderemos cuando escuchamos a Jesús diciéndonos que debemos amar a Dios con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Cuando escuchamos las canciones que suenan hoy, y vemos la televisión, la impresión que nos queda, es que la sociedad de hoy cree que el amor es la suma de sensaciones, que siempre llevan a vivir un momento romántico ¿Será este el mismo concepto que tenía Jesús en mente, cuando recordó estos dos mandamientos?
Jesús volvió a tocar el tema con sus discípulos, pero esta vez lo hizo antes de su partida al cielo cuando les habló del amor, ¿En qué términos se los mencionó?
Así mismo como nosotros, casi siempre hablamos del amor en el marco de una relación, Jesús también habló del amor en medio de una relación. Esta relación fue iniciada por Jesús al invitar a sus discípulos a seguirle ¿A qué tipo de relación los invitó? Todo el evangelio de Juan y por ende estos versículos, señalan que fueron invitados a relacionarse con Jesús, con su Padre, y con el Espíritu Santo y con su prójimo.
Todo el capítulo catorce, en el que se dan estos versículos, habla de relación. Empieza con la promesa de Jesús a sus discípulos de irse pero de volver, de una relación en la que se hacen promesas, y por lo tanto hay comunicación, pero también nos habla de la razón por la que está mediada y se define esta relación; y ésta es el amor.
En el v15, 21 y 23 Jesús deja claro quién es el que lo ama y en el v24 el que no lo ama. Ante la pregunta de uno de sus discípulos sobre cómo es que se manifestaría a ellos y no al mundo; en el v23 el Señor le responde que lo que haría posible la comunicación entre ellos a diferencia del mundo, sería el amor.
Aquí volvemos a nuestra pregunta inicial, ¿Qué estaba comunicando Jesús cuando les habló de amor? El v23 dice: Respondió Jesús y le dijo: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” para Jesús el que lo ama es aquél que responde de una manera obediente a las palabras que Él dijo, que a su vez son las palabras de su Padre, como lo reafirma, en el v24 cuando dice: “El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió.”
En el v21 Jesús les expresó un concepto claro del Amor: Para Él se trata de responder con pensamientos, palabras y acciones a lo que les había dado en su Palabra, como les dijo en el v21:“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama;…” Es un proceso continuo: Tener, guardar y amar. Desde que fueron invitados a esta relación, les había dado lo necesario para que en estos momentos de su partida pudieran amarlo.
Como los primeros discípulos, un día también fuimos invitados a una relación con el Padre, con el Hijo, con el Espíritu Santo y con nuestro prójimo, desde ese momento, él nos dio lo necesario para que ésta fuera una relación mediada por el amor; nos empezó a dar su Palabra, nos dijo que la guardáramos y así lo amáramos.
¿Cómo le comunicaremos que lo amamos? ¿Cómo se viven hoy las relaciones donde solo importa el sentirse bien? o ¿Decidiremos amarlo con las claridades que da la Palabra de Dios, la cual compromete todo el ser y el hacer en relación con él y con nuestro prójimo?
Si lo amamos como Dios nos pide, él nos promete que su Santo Espíritu nos enseñara su Palabra para que podamos Guardarla.
14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
14:22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
14:25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
14:28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
14:29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.
14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
14:31 Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.