Estudio Biblico
Estamos hablando de los nombres en como Dios se da a conocer a su pueblo, por medio de los cuales revela parte de su carácter. Nuestro último estudio consiste en conocer a Dios como Jehová-Tsidkenu que significa el Señor es mi justicia.
Cuando hablamos de que Dios es justo, estamos diciendo que Él siempre hace lo que es recto, sin parcialidad y sin prejuicios. La justicia es la expresión normal de su santidad. Dios es infinitamente puro. Por lo tanto debe oponerse a cualquier acción que vaya en contra de su naturaleza.
Tocante a la justicia de Dios A.W Tozer afirma: “A veces, se dice: La justicia necesita que Dios haga esto, refiriéndose a alguna acción que sabemos que Dios debe llevar a cabo. Esto es un error, tanto en la forma de pensar como en la de hablar, pues esto postula un principio de justicia fuera de Dios, que le exige actuar de una determinada forma. Por supuesto que no existe tal principio. Si existiera, éste sería superior a Dios, pues sólo un poder superior puede exigir obediencia. La verdad es que no existe tal cosa y jamás existirá algo fuera de la naturaleza de Dios que lo mueva en el más mínimo grado. Todas las razones de Dios, provienen de adentro de Su ser no creado. Nada ha entrado en el ser de Dios de la eternidad; nada ha sido removido y nada ha sido cambiado.
Cuando la justicia es usada por Dios, es un nombre que damos a lo que Dios es, nada más y cuando Dios actúa con justicia, Él no lo está haciendo para ajustarse a un criterio independiente, sino que simplemente actúa en Sí mismo en una situación dada… Dios es Su propio principio auto-existente de equidad moral y cuando Él sentencia a los impíos o recompensa a los rectos, simplemente Él actúa como Él mismo, de adentro; sin ninguna influencia que no sea Él mismo”. A.W. Tozer, The Kingdom of the Holy, pp. 93-94.
Concluimos, que la rectitud de Dios revela su carácter santo y justo. Dios siempre ha actuado y actuará en forma recta y justa, no porque alguien o algo le esté insinuando a hacerlo, sino porque su esencia misma es justicia y rectitud.
Para reflexionar: en ocasiones podemos confundir la justicia de Dios con nuestros propios deseos de venganza. ¿Estas reclamando justicia o estás buscando hacer justicia por tus propios medios? Porque no descansas en la justicia de Dios. Pues es Él quien hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. Salmo 103: 6-8.