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La oración eficaz - 1 Reyes 18:17-39

Estudio Biblico


1 Reyes 18.17-39

Dios nos ha dado el privilegio de venir a Él con todas nuestras peticiones y preocupaciones. Y su Palabra nos dice que las oraciones de una persona justa pueden lograr mucho (Stg 5.16). ¿No es eso lo que todos deseamos?

Elías es un buen ejemplo de alguien que oraba de manera eficaz. Entró en un conflicto espiritual con los adoradores de Baal para demostrar a Israel que el Señor era el único Dios verdadero. La petición de Elías se basó en su conocimiento de la supremacía del Señor y del entendimiento de su voluntad. Cuando el profeta oró, Dios respondió poderosamente la petición.

Para tener una vida de oración eficaz, primero debemos haber sido justificados por medio de la fe salvadora en Jesucristo. Antes de la redención, éramos pecadores bajo la condenación de Dios (Ef 2.1-3). Pero en Cristo, somos hechos nuevos y declarados justos ante sus ojos (Ef 2. 4-6).

Para que nuestras peticiones sean eficaces, ellas deben coincidir con la voluntad de Dios (1 Jn 5.14, 15). Conocer el carácter y las prioridades de nuestro Padre celestial es la clave para tener una vida de oración poderosa. A medida que crecemos en nuestro conocimiento de Él, nuestras peticiones se alinearán cada vez más con sus planes.

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Dios ha dado a sus hijos el privilegio de acudir a Él para todas sus necesidades; aun más, ha prometido responderles. También ha incluido el derecho que tenemos de hacerle peticiones en favor de los demás. La Biblia nos dice que la oración del justo puede mucho (Stg 5.16).Para ser considerados justos a los ojos del Padre, tenemos que haber aceptado su regalo de salvación. Antes de ser redimidos, éramos personas inicuas bajo condenación (Ef 2.1, 3). Pero, por la fe en Cristo como nuestro Salvador...
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PASAJE BIBLICO

1 Reyes 18
18:17 Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?

18:18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.

18:19 Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.

18:20 Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.

18:21 Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

18:22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.

18:23 Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.

18:24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.

18:25 Entonces Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un buey, y preparadlo vosotros primero, pues que sois los más; e invocad el nombre de vuestros dioses, mas no pongáis fuego debajo.

18:26 Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.

18:27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle.

18:28 Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.

18:29 Pasó el mediodía, y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio, pero no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase.

18:30 Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado.

18:31 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre,

18:32 edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.

18:33 Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña.

18:34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez,

18:35 de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja.

18:36 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

18:37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.

18:38 Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.

18:39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!

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