¿Cómo yo sé que estoy sirviendo o soy esclavo de mamon? - Exodo 23:8

Y se lo quiero decir por medio de un ejemplo. Usted va en su carro o en su moto y de repente le sale el policía y le hace el pare, le pide el seguro y usted lo tiene vencido. Pero en ese momento usted pensó en la familia del policía… sus hijos y sintió del “Señor” darle una ofrenda de ayuda.

Esa decisión financiera habla de a quien servimos. Porque si en ese momento pensamos adorar a Dios a través de esa situación recordaríamos aquel pasaje que dice Éxodo 23: 8 NTV: “No aceptes sobornos, porque el soborno te lleva a hacerte de la vista gorda en aquello que ves con claridad. El soborno mueve incluso a una persona justa a tergiversar la verdad.”

O cuando le devuelven más de lo que le deberían devolver y usted se queda callado, o cuando usted pide una factura por el doble de lo que realmente costó, quedándose con la mitad del dinero o de pronto el vendedor por no perder una venta no dice la verdad acerca del producto, o de pronto usted en sus declaraciones no dice realmente lo que tiene o gana, muchos se enriquecen a punta de trampas pero ahí no está la bendición del Señor…

Y aquí hay un contraste porque una cosa es que trabajemos para el dinero, pero hay otro nivel de prosperidad y es que le dinero trabaje para nosotros. Cuando trabajamos para el dinero no tenemos tiempo para venir a la Iglesia, para asistir al grupo conexión y estar conectado con la Iglesia, para compartir con la familia, porque la pasamos trabajando para el dinero. Y lo triste es que no vemos el fruto de ese trabajo porque todo lo pagamos en deudas. ¿Porque? Porque ahí no está la bendición del Señor.