…Y EL QUE MANDA TIENE QUE HACERSE COMO EL QUE SIRVE - Lucas 22:24-27

…Y EL QUE MANDA TIENE QUE HACERSE COMO EL QUE SIRVE

Un día como hoy, un 1 de Mayo de 1886, al menos 200.000 trabajadores en Estados Unidos protestaron porque se les concediera el derecho a trabajar solo 8 horas y dejar de hacerlo las 18 horas laborales a las que eran obligados.

Sin embargo, hoy en Colombia las marchas que tuvimos van más allá de una simbólica conmemoración de los hechos ocurridos, hoy también se marcha por hacer cumplir una serie de derechos que el sistema laboral le vulnera a los trabajadores, un buen ejemplo de esto es el paro de los educadores de nuestro país.

Pero ¿cuál es la razón para que hoy después de tantos años se les siga vulnerando los derechos a los trabajadores?

La razón de fondo obedece a la cosmovisión con la que se sigue manejando el sistema laboral en los países, entre ellos Colombia, pero también esta manera de pensar se percibe en la manera como un pequeño empleador trata a sus trabajadores, dicho trato habla de lo que ellos valoran en sus relaciones.

Es precisamente esta manera de pensar la que Jesús identifico y  confronto en sus discípulos:

 “Los discípulos tuvieron una discusión sobre cuál de ellos debía ser considerado el más importante. Jesús les dijo: Entre los paganos, los reyes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y a los jefes se les da el título de benefactores. Pero ustedes no deben ser así. Al contrario, el más importante entre ustedes tiene que hacerse como el más joven, y el que manda tiene que hacerse como el que sirve” Lc 22:24-27

Notemos la intención de sus discípulos. El pensamiento de ellos se basaba en llegar a ser el más importante en el nuevo reino que Jesús estaba trayendo, sí, ellos creían que Jesús seguiría reproduciendo la manera de pensar con la que ellos habían crecido y por lo tanto querían asegurar su lugar, esta búsqueda de poder los llevo a discusiones entre ellos.

Pero Jesús ataca esa mentalidad y sus consecuencias como las que ellos estaban manifestando. Él señala el grupo de personas que más practica dicho comportamiento; los gobernantes de las naciones y  los que mandan. Notemos por un momento las consecuencias de esta mentalidad en la manera de gobernar:

“… los reyes gobiernan con tiranía a sus súbditos”, y la manera de calificar dicho comportamiento: “…a los jefes se les da el título de benefactores”. Esta mentalidad  con su práctica en la manera de gobernar con tiranía, y de calificar dicha forma como benefactores, Jesús la desnuda y la crítica.

Pero Jesús no se queda solo con la crítica sino que propone una cosmovisión diferente, una forma de pensar con unos valores diferentes que nos lleven a una práctica diferente, tajantemente le dice a sus discípulos: “…Pero entre ustedes no deben ser así”, con esta frase les hace un giro a su pensamiento y les da un nuevo valor: “…y él que manda tiene que hacerse como el que sirve”.

El que manda tiene que hacerse. Jesús no solo propone el servicio como el antónimo a querer ser el mayor para dominar y ser calificados de benefactores, sino que pide que sus seguidores tienen que hacerse servidores.

Nosotros  también tenemos esta manera de pensar, lo cual nos lleva a replicar en todas nuestras relaciones este deseo de ser el mayor y así tener poder sobre los demás, por lo cual todos como sociedad somos responsables de que un 1 de Mayo más, estemos marchando por las injusticias laborales que seguimos reproduciendo.

¿Qué hacer? Jesús ya nos lo dijo: Tenemos que hacernos, en otras palabras tenemos que convertirnos, sí, arrepentirnos de nuestra manera de pensar que refleja en la práctica los valores de este mundo, para adoptar los valores del servicio: Tenemos que decidir convertirnos en servidores y dejar de ser dominadores.

Este llamado a convertirnos va para los gobernantes, para los jefes de cualquier empleado y para cualquier relación, pero como fue dicho a los discípulos de Jesús, esta obligación es prioritaria para nosotros los cristianos.

Debemos dejar de dominar a quienes tenemos como empleados en todas las formas que lo hacemos; incluidos los excesos de horarios y los injustos pagos, la manera como los profesores se aprovechan de la autoridad con sus estudiantes, pero también en el campo eclesial, los líderes cristianos debemos dejar de querer ser los mayores, de dominar y manipular a las personas (cuando lo hacemos) para convertirnos como él Señor Jesús, en sus servidores.