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La larga historia del amor de Dios por África - Sofonias 1:1

Estudio Biblico



En un episodio de Ask Pastor John , Jason de Kampala (la capital de Uganda), le hizo al pastor John una pregunta directa sobre por qué los africanos han sufrido tanto . El escribio:

¿Se preocupa Dios por los africanos? Providence tiene una larga trayectoria aquí. A lo largo de la historia, hemos sido una raza bestial, deplorable y esclavizante, constantemente plagada de enfermedades, hambre y sufrimiento. ¿Cómo no vamos a concluir que somos la raza menos favorita de Dios? Cada día es pura lucha para la mayoría de los ugandeses. Sé que Dios promete cuidar de todas las personas, pero aún me hace preguntarme, ¿por qué parece odiar tanto a África en especial?

Cuando leí esas palabras, mi corazón se entristeció. Todavía lo hace. Desde que los escuché por primera vez (y los cuatro puntos de sabiduría del pastor John sobre la providencia de Dios), he anhelado expresar de manera más directa y explícita las verdades de las Escrituras con respecto al corazón de Dios para todas las naciones, incluidas las de África.

Soy padre de tres niños africanos adoptados. También dirijo regularmente equipos a África para ayudar a las iglesias a capacitar líderes y cuidar a huérfanos y viudas. Amo África, y en los últimos años también he ido descubriendo el papel clave que África en general, y el África negra en particular, ha jugado en el plan redentor de Dios. Debido a que Uganda está relacionada con el retrato bíblico del África negra, he reducido la mayor parte de mi descripción bíblica a esta esfera, pero el conjunto aún tiene un significado más amplio para África en general.

Mi propio viaje de descubrimiento comenzó cuando yo, como profesor de Antiguo Testamento, comencé a estudiar el libro de Sofonías, quien probablemente era un profeta negro de Judea. Mi viaje me ha llevado desde Génesis hasta Apocalipsis, y espero que esta breve encuesta ayude a Jason en Kampala y a otros a reconocer el amor de Dios por África y a tener esperanza en el amor constante de Dios hacia todos los que están en Cristo, ya sea de África o más allá.

El profeta elegido por Dios
El libro de Sofonías comienza, “Palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá” ( Sofonías 1 :1 ). “Sofonías” significa “Yahvé ha escondido”, y su nombre da testimonio de la fe viva de sus padres en Dios y su esperanza en su cuidado protector durante los días oscuros del rey Manasés (696–642 a. C., véase 2 Reyes 21 ).

No solo esto, Sofonías era un judío en la línea real davídica. Su tatarabuelo fue el rey Ezequías (729–686 a. C.), quien lideró un despertar espiritual masivo que tuvo su paralelo en la historia de Judá solo con la obra del rey Josías (640–609 a. C.), cuyas reformas espirituales ayudaron a lograr las propias predicaciones de Sofonías. servir (622 a. C.). También aprendemos que el padre de Sofonías era Cushi, y este hecho sugiere que este profeta era birracial. Cush era el antiguo África negra, y la abuela de Zephaniah (la esposa de Gedalías) probablemente era una africana negra que se casó con alguien de la línea real judía. Luego llamó a su hijo "Cushite" o "My Blacky", celebrando su herencia étnica. Como profeta birracial, Sofonías mostró la esperanza de un pueblo diversificado de Dios en cumplimiento de las promesas de Yahweh a Abraham con respecto a su bendición salvadora llegando a las naciones (Génesis 12:3 ; 22:18 ).

El apoyo a los antecedentes birraciales de Sofonías viene de cómo destaca a Cus con respecto tanto al castigo como a la restauración. Primero, en Sofonías 2:12 , Cus es el único vecino que menciona que ya ha experimentado el juicio de Dios. Mientras que las traducciones al inglés tratan el versículo como futuro, el contexto histórico y el hebreo sugieren que la muerte de Cus ya había pasado. Específicamente, cuando Yahweh declara: “Vosotros también, cusitas, habéis sido muertos por mi espada”, probablemente se esté refiriendo a la caída de la 25.ª dinastía egipcia (663 a. C.) que controlaban los cusitas y a la que Nahum se refirió anteriormente cuando escribió contra Nínive, diciendo: "¿Eres tú mejor que Tebas que estaba sentada junto al Nilo?" ( Nahum 3:8). En Sofonías, como en Nahum, el castigo del Señor había comenzado con Cus, y su caída demostró que la caída de Nínive vendría pronto ( Sofonías 2:13–15 ).

Pero hay más, porque Sofonías eleva a Cus como su único ejemplo de esperanza para el mundo en los últimos tiempos. Hablando sobre el día futuro del Señor, cuando Dios corregirá todos los males y restablecerá el orden correcto y la paz, el profeta escribe:

En aquel tiempo cambiaré la palabra de los pueblos por palabras puras, para que todos invoquen el nombre del Señor y le sirvan unánimes. De más allá de los ríos de Cus mis adoradores, la hija de mis dispersos, traerán mi ofrenda. ( Sofonías 3:9–10 )

Lo que el profeta visualiza aquí es asombroso, y cómo el Nuevo Testamento lo ve cumplido es asombroso. Pero antes de desempaquetarlo, recordemos el retrato de Cus en el Antiguo Testamento, que se remonta a los primeros capítulos de Génesis.

África en la historia del Antiguo Testamento
El imperio cusita de África se centró en el actual Sudán y se extendía hacia el sur y el este hasta las regiones de los actuales Sudán del Sur, Etiopía, Eritrea, Yibuti y Somalia, y cruzaba el Mar Rojo hasta lo que era la antigua Saba.

El profeta Moisés se casó con una mujer de esta zona ( Números 12: 1 ), y más tarde una reina de la región se enteró de la fama del rey Salomón con respecto al nombre de Yahvé y vino a Jerusalén para encontrarse de primera mano con la sabiduría y la prosperidad del rey ( 1 Reyes 10: 1– 10 ). Un milenio después, ante la dureza de corazón de los líderes religiosos judíos, Jesús declaró: “La reina del sur se levantará en el juicio con esta generación y la condenará, porque vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí algo mayor que Salomón está aquí” ( Mateo 12:42 ).

Primero aprendemos de la región de Cush como una ubicación terminal de uno de los cuatro ríos que fluyen desde Edén ( Génesis 2:13 ). Este enlace destaca la intención de Dios de traer vida a África. El área de Cus y las personas asociadas con ella recibieron el nombre del nieto de Noé a través de Cam.

Importante para nuestra comprensión de la profecía de Sofonías es el hecho de que el hijo de Cus, Nimrod, es quien construyó la antigua Babel[on], donde Dios se enfrentó a aquellos que buscaban exaltar su propio nombre, confundió los idiomas del mundo y dispersó a los pueblos por todo el planeta ( Génesis 10: 6–10 ; 11:1–9 ). Los que descendían de Cus se dispersaron hacia el cuerno de África en la parte noreste del continente. Ellos están entre las “familias” y las “naciones” que Yahweh luego prometió bendecir, finalmente a través de la descendencia mesiánica de Abraham, quien vencería la maldición y al enemigo y traería bendición al mundo:

A la serpiente: Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el linaje de ella; él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. ( Génesis 3:15 )

A Abraham: Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te deshonren maldeciré, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. ( Génesis 12:3 )

A Abraham: Y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos, y en tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra. ( Génesis 22: 17–18 )

Así, Pablo declaró: “La Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones” ( Gálatas 3:8 ).

Después de que Israel se estableció en la tierra prometida y el reino se dividió, Judá hizo muchas alianzas políticas con la nación de Cus antes del ministerio de Sofonías ( Isaías 18:1–2 ; 20:5–6 ). El liderazgo de Jerusalén también tenía fuertes lazos con los africanos negros ( 2 Samuel 18:21 ; Jeremías 38:7 ; 39:16 ), lo que identifica cómo la abuela de Sofonías podría haber sido cusita.

África en otras profecías
El profeta Jeremías preguntó: “¿Mudará el etíope [literalmente, cusita] su piel, o el leopardo sus manchas?” ( Jeremías 13:23 ). Los cusitas son frecuentemente parte de los oráculos proféticos tanto de castigo como de restauración. En cuanto al castigo, Yahweh identificó cómo llevaría a Asiria a vencer a Egipto y Cus, lo que resultó en que los de Judá se sintieran “consternados y avergonzados a causa de Cus, su esperanza, y de Egipto, su jactancia” ( Isaías 20:5 ). De manera similar, con palabras similares a las de Sofonías, Ezequiel declaró: “Cercano está el día de Jehová”, y luego señaló: “La espada vendrá sobre Egipto, y la angustia sobre Cus” ( Ezequiel 30:3–4 ).

Pero un remanente de Cus también sería parte del gran nuevo éxodo que Dios obraría en los días del Mesías. Como testificó Isaías justo después de predecir el surgimiento del reino del Mesías que se extendería a todas las naciones,

En aquel día Jehová extenderá su mano por segunda vez para recobrar el remanente que quede de su pueblo, de Asiria, de Egipto, de Patros, de Cus, de Elam, de Sinar, de Hamat, y de las costas de los mar. Él levantará una señal para las naciones y reunirá a los desterrados de Israel, y reunirá a los dispersos de Judá de los cuatro ángulos de la tierra. ( Isaías 11:11–12 )

Con una anticipación similar, los salmistas hablaron de un remanente de negros africanos entre aquellos a quienes Yahweh les otorgaría nuevos certificados de nacimiento. Por lo tanto, los consideraría como hijos hechos y derechos en su familia, y su nuevo hogar sería la Jerusalén transformada:

Entre los que me conocen menciono a Rahab y Babilonia; he aquí, Filistea y Tiro, con Cus: "Este nació allí", dicen. Y de Sion se dirá: “Este y aquel nacieron en ella”; porque el Altísimo mismo la establecerá. El Señor registra como registra a los pueblos: “Este nació allí”. ( Salmo 87: 4–6 )

Más allá de los ríos de Cus
Ahora podemos regresar a Sofonías 3 . Aquí Yahweh insta al remanente fiel de Judá y más allá a “esperarme” el día en que se levantaría como juez ( Sofonías 3:8a ). Él da dos razones para obligar a una confianza tan paciente, cada una de las cuales comienza con "por": (1) todavía tiene la intención de reunir y castigar a todos los grupos de personas (naciones) y poderes (reinos) de la tierra ( Sofonías 3: 8b ), y (2 ) se ha propuesto preservar y transformar un remanente multiétnico de estos pueblos en sus adoradores eternos ( Sofonías 3:9–10 ). Nosotros, por lo tanto, leemos,

Porque en aquel tiempo cambiaré la lengua de los pueblos por palabras puras, para que todos invoquen el nombre del Señor y le sirvan unánimes. De más allá de los ríos de Cus mis adoradores, la hija de mis dispersos, traerán mi ofrenda. ( Sofonías 3:9–10 )

“Los ríos de Cus” probablemente eran el Nilo Blanco y el Nilo Azul (véase Isaías 18:1–2 ). Al ver a los suplicantes viajar con ofrendas a Yahweh en su santuario, es como si los descendientes de aquellos que una vez fueron exiliados del Edén ahora estuvieran siguiendo los ríos de la vida de regreso a su fuente para disfrutar de la comunión con el gran Rey ( Génesis 2:10–14 ). ; cf. Apocalipsis 22:1–2 ). Y estos adoradores consisten en un grupo multiétnico de los "pueblos" del mundo, todos los cuales han transformado patrones de habla que invocan el nombre de Yahweh.


Lo que Sofonías prevé aquí es nada menos que la revocación del juicio de la torre de Babel. Recordarás que un cusita construyó Babel[on] y que los que formaban la torre buscaban hacerse un “nombre” ( Génesis 10:8–10 ; 11:4 ). Luego leemos que “[el lugar] se llamó Babel, porque allí confundió el Señor el lenguaje de toda la tierra. Y desde allí los dispersó el Señor sobre la faz de la tierra” ( Génesis 11:9 ). Cuando dice que Dios confundió “el lenguaje”, la palabra hebrea es la misma que tradujo “palabra” en Sofonías 3:9 , y cuando dice que Dios “dispersó” a los pueblos, usa la misma palabra para “mis dispersos”. en Sofonías 3:10. De hecho, los únicos lugares en toda la Biblia que incluyen los sustantivos “nombre” y “lenguaje” y el verbo “dispersar” son Génesis 11 y Sofonías 3 .

De regreso en Sofonías 2:12 , Yahweh declaró el castigo sobre Cus. Ahora, en Sofonías 3:9–10 , predice que incluso las tierras más distantes sobre las que Dios ha derramado su ira tendrán un remanente adorador a quien su presencia obligará a la Jerusalén transformada, revirtiendo así la maldición de Babel. El profeta eleva la región de Cus como su único ejemplo de la nueva transformación creacional de Dios para el tiempo del fin.

Entonces, ¿cómo refleja el Nuevo Testamento esta profecía?

Salvación de un africano
Cuando Lucas elaboró el libro de los Hechos, creo que tenía en mente Sofonías 3:9–10 . En el contexto de explicar una misión de hacer adoradores “hasta los confines de la tierra” ( Hechos 1:8 ), el sermón de Pentecostés de Pedro en Hechos 2:17–21 cita a Joel 2:28–32 , que describe el día del Señor. y menciona invocar el nombre de Dios de manera muy similar a Sofonías ( Sofonías 3: 8–9 ). Sin embargo, lo que no se encuentra en Joel, pero está presente en Sofonías 3:9–10 , es la visión del “habla” transformada (LXX = “lengua”) y la devoción unida, las cuales Lucas destaca al detallar el derramamiento de “lenguas”. ( Hechos 2:4 , 11) y el asombroso parentesco que disfrutaban los primeros creyentes ( Hechos 2:42–47 ).

Con esto, es importante notar que los griegos llamaron a la antigua Cus “Etiopía”, un nombre que está sorprendentemente ausente de la lista de naciones en Hechos 2 que Lucas nos dice que fueron reunidas “de todas las naciones debajo del cielo” ( Hechos 2:5). ; cf. 9-11 ). La razón por la que nunca menciona "Etiopía" allí probablemente se debe a que trató de resaltar el cumplimiento de la visión de Sofonías al señalar la conversión del eunuco etíope en Hechos 8:26–40 (cf. Isaías 56:3–8 ). El primer gentil convertido al cristianismo conocido fue un cusita, y esto destaca que Dios estaba comenzando a dar forma a su comunidad multiétnica de adoradores, tal como lo proclamó Sofonías.

Esperanza para cada pueblo y nación
Una segunda forma en que el Nuevo Testamento refleja lo que Sofonías imaginó es que la resurrección de Jesús encendió un movimiento global para hacer “discípulos a todas las naciones” ( Mateo 28:19 ). Así, los seguidores de Jesús dieron testimonio de su grandeza “en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” ( Hechos 1:8 ).

En cumplimiento más amplio de la esperanza de restauración de Sofonías en 3:9–10, la primera venida de Jesús marca el principio del fin de la primera creación e inicia la nueva creación, que corresponde al nuevo pacto ( 2 Corintios 5:17 ; Gálatas 6:15 ). ; Hebreos 8:13 ). En esta era, Dios cuenta a todos los que están en Cristo como linaje de Abraham, hijos adoptivos y plenos herederos de todas las promesas ( Gálatas 3:8 , 16 , 29 ; 4:4–6 ). Hay un pueblo de Dios, la iglesia ( Efesios 2:14–16 ). Esto significa que cusitas como Simeón/Níger y judíos como Saulo/Pablo podrían ser parte de la misma congregación cristiana en Antioquía ( Hechos 13:1).), y que los griegos cristianos como Tito no necesitaban ser circuncidados ( Gálatas 2:3 ).

Apocalipsis 5:9–10 declara que Jesús está formando “un reino y sacerdotes” “de toda tribu y lengua y pueblo y nación” (cf. Apocalipsis 7:9–10 ). Con la salvación del político africano negro en Hechos 8:26–40 , el Señor Jesús provocó el principio del fin que culminará en una alabanza mundial a Dios, quien está obrando bien todos sus propósitos, desde Génesis hasta Apocalipsis, pasando por Sofonías. Tal como lo imaginó Sofonías ( Sofonías 3:9–10 ), nosotros, como sacerdotes cristianos multiétnicos, ya estamos ofreciendo sacrificios de alabanza ( Romanos 12:1 ; Hebreos 13:15–16 ; 1 Pedro 2:5 ) en el “Monte Sion y . . . la Jerusalén celestial” ( Hebreos 12:22 ; cf.Isaías 2:2–3 ; Zacarías 8:20–23 ; Gálatas 4:26 ).

No obstante, esperamos el día en que la “nueva Jerusalén” descienda del cielo como la nueva tierra ( Apocalipsis 21:2 , 10 ; cf. Isaías 65:17–18 ). Entonces nuestro viaje diario para encontrar descanso en la supremacía y suficiencia de Cristo ( Mateo 11:28–29 ; Juan 6:35 ) llegará a su fin en un lugar donde ya no habrá maldición ( Apocalipsis 21:22–22:5 ). En ese día, todos los hijos de Dios en Jesús —hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles— ciertamente invocarán juntos el nombre de Yahweh y celebrarán que son libres por fin.

¿Ama Dios a África?
Entonces, ¿Dios se preocupa por los africanos? Tanto la Escritura como la historia así lo declaran. En el principio, Dios dirigió intencionalmente las aguas de vida a África, identificando así su intención de saciar a los sedientos y hacer fértiles los lugares desolados ( Génesis 2:13 ). Si bien la historia del mundo ha demostrado que el Señor toma los pecados de los africanos tan en serio como los de los demás, también da testimonio del placer de Dios en salvar a los africanos y en usar su transformación como un indicador de esperanza de lo que se propone hacer en el resto del mundo. mundo.

Al salvar al eunuco etíope ( Hechos 8:26–39 ), el Señor comenzó a revertir los efectos destructivos de la torre de Babel ( Génesis 11:1–9 ; cf. Sofonías 3:9–10 ) e inauguró una reunión mundial que culminará en una alabanza omniétnica a Jesús al final de la era ( Apocalipsis 5:9–10 ; 7:9–10 ). Las aguas vivas siguen fluyendo hacia África, y las invitaciones de Jesús siguen resonando: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” ( Juan 7:37 ; cf. 4:10 , 14 ; Apocalipsis 22:17 ).). Todos los que respondan al llamado no “tendrán más sed” porque él “los guiará a manantiales de agua viva, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos” ( Apocalipsis 7:16–17 ). Tal esperanza está disponible para todos en África y más allá.

Jason DeRouchie

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