Estudio Biblico
¡CUÁN BIENAVENTURADOS SON TODOS LOS QUE EN ÉL SE REFUGIAN!
Con esta buena noticia nos saluda el salmo de hoy. El salmo dos nos habla de la segunda venida del Señor Jesucristo y de las acciones de los hombres ante tal acontecimiento. Inicia con la pregunta: ¿Por qué se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas? Estas cosas calificadas de vacías, sin sentido, son el acuerdo de los hombres de tramar una rebelión contra Dios y contra su Ungido, en la que la decisión es desprenderse de todo vínculo que los acerque a ellos.
Pero Dios les responde que traerá a Su hijo para que gobierne toda la tierra. Ante tal acontecimiento invita a estos hombres correr a Jesús por refugio, mostrando así prudencia, a tener la actitud de recibir amonestación, pues de seguir en rebelión, perecerían en el juicio final.
Esta actitud empezó a cumplirse en hechos 4:25 al 27, cuando Herodes, Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo de Israel se juntaron contra Jesús. Pero también ha seguido siendo la decisión de los hombres en los últimos siglos; con la llegada de la modernidad, la ciencia, la política, la Universidad y hasta la religión han decidido desligarse de Dios para centrarse en el hombre, pensando que esto es racional, pero, Dios lo califica de algo sin sentido.
A todos los que de alguna manera pensemos y actuemos de esta forma, Dios nos trae la buena noticia que Jesús viene por segunda vez, y con ella la invitación a vivir con sentido: siendo prudentes, admitiendo que Dios gobierne nuestras vidas, acercándonos a él para servirle, pues solo al buscar refugio en él y no en nosotros, seremos felices, bienaventurados.
Que busquemos refugio en Jesús cada día, esperando su segunda venida y que no perezcamos, es el deseo de Dios hoy y todos los días.
2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,Y príncipes consultarán unidosContra Jehová y contra su ungido, diciendo:
2:3 Rompamos sus ligaduras,Y echemos de nosotros sus cuerdas.
2:4 El que mora en los cielos se reirá;El Señor se burlará de ellos.
2:5 Luego hablará a ellos en su furor,Y los turbará con su ira.
2:6 Pero yo he puesto mi reySobre Sion, mi santo monte.
2:7 Yo publicaré el decreto;Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;Yo te engendré hoy.
2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,Y como posesión tuya los confines de la tierra.
2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;Admitid amonestación, jueces de la tierra.
2:11 Servid a Jehová con temor,Y alegraos con temblor.
2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;Pues se inflama de pronto su ira.Bienaventurados todos los que en él confían.