Comentario de Matthew Henry | Salmos 119:129-136 | 0 | 1843
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Comentario Salmos 119:129-136 - Salmos 119:129-136

Estudio Biblico

Vv. 129—136. Las maravillas del amor redentor fijarán al corazón en su adoración. —Las Escrituras nos muestran lo que éramos, lo que somos y lo que seremos. Nos muestran la misericordia y la justicia del Señor, los goces del cielo y los dolores del infierno. De esta manera, en pocos días, dan al simple un entendimiento de estos asuntos que los filósofos han buscado en vano durante siglos. —El creyente, agobiado con las preocupaciones de la vida y sus conflictos con el pecado, suspira por los consuelos que le transmite la palabra sagrada. Y cada uno debe orar: Mírame y sé misericordioso conmigo, como solías hacerlo con quienes aman tu nombre. —Debemos implorar que el Espíritu Santo ordene nuestros pasos. El dominio del pecado debe temerse y todos deben orar en contra de él.
 La opresión de parte de los hombres suele ser más de lo que pueden soportar la carne y la sangre; y Aquel que conoce nuestro ser no rehusará quitarla como respuesta a las oraciones de su pueblo. —Cualquiera haya sido la oscuridad de los creyentes veterotestamentarios en cuanto a la fe, su confianza ante el trono de la gracia puede explicarse sólo porque mediante los sacrificios y el servicio de su ley habían visto los privilegios del evangelio más claramente de lo que generalmente se imagina. Id al mismo lugar, invocad el nombre y los méritos de Jesús, y no rogaréis, no podéis rogar en vano. —Comúnmente, donde hay un corazón de gracia, hay un ojo que llora. Acepta, oh Señor, las lágrimas que derramó nuestro bendito Redentor en los días de su carne por nosotros, que debemos llorar por nuestros hermanos o por nosotros mismos.

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PASAJE BIBLICO

Salmos 119
119:129 Maravillosos son tus testimonios;Por tanto, los ha guardado mi alma.

119:130 La exposición de tus palabras alumbra;Hace entender a los simples.

119:131 Mi boca abrí y suspiré,Porque deseaba tus mandamientos.

119:132 Mírame, y ten misericordia de mí,Como acostumbras con los que aman tu nombre.

119:133 Ordena mis pasos con tu palabra,Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

119:134 Líbrame de la violencia de los hombres,Y guardaré tus mandamientos.

119:135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,Y enséñame tus estatutos.

119:136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,Porque no guardaban tu ley.

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