Comentario de Matthew Henry | Numeros 16:23-34 | 0 | 1139
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Comentario Números 16:23-34. La tierra se traga a Datán y Abiram. - Numeros 16:23-34

Estudio Biblico

Vv. 23-34. Los setenta ancianos de Israel asistieron a Moisés. Nuestro deber es hacer lo que
podamos para sostener y mantener a la autoridad legal cuando exista oposición a ella. Y los que no
perecerán con los pecadores deben salir de en medio de ellos y apartarse. En respuesta a la oración
de Moisés fue que Dios impulsó el corazón de la congregación para alejarse por su propia seguridad.
La gracia para separarse de los malhechores es una de las cosas que acompañan a la salvación. Dios
dejó justamente a los rebeldes entregados a la obstinación y a la dureza de sus propios corazones. —
Bajo la dirección divina Moisés declara, cuando todo Israel esperaba el acontecer, que si los rebeldes
sufrían una muerte común, él aceptaría que le llamaran impostor y lo contaran como tal. —En cuanto
Moisés hubo dicho la palabra, Dios hizo que la tierra se abriera y se los tragara a todos. Los niños
perecieron con sus padres; de los cuales no podemos decir cuán malos pudieran haber sido para
merecerlo, o, de lo contrario, cuán bueno pudiera ser Dios con ellos. Sin embargo, de esto estamos
seguros: que la justicia infinita no les hizo mal. Eso fue completamente milagroso. Dios tiene,
cuando le place, castigos extraños para los que hacen iniquidad. Fue muy significativo.
Considerando cómo la tierra aún sigue cargada, de igual manera, con el peso de los pecados del
hombre, tenemos razón para maravillarnos que no se hunda bajo su carga. La ruina de los demás
debiera ser nuestra advertencia. Si por fe pudiéramos oír los alaridos de quienes han caído al abismo
insondable, pondríamos más diligencia para escapar por nuestra vida, so pena de caer también en su
condenación.

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PASAJE BIBLICO

Numeros 16
16:23 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:

16:24 Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram.

16:25 Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él.

16:26 Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados.

16:27 Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos.

16:28 Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad.

16:29 Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió.

16:30 Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.

16:31 Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.

16:32 Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.

16:33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.

16:34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.

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