Comentario de Matthew Henry | Levitico 4:1-12 | 0 | 1500
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Comentario Levítico 4:1-12. La ofrenda del sacerdote por el pecado por yerro. - Levitico 4:1-12

Estudio Biblico

Vv. 1—12. Holocaustos, ofrendas vegetales y ofrendas de paz se habían ofrecido desde antes que se
diera la ley en el monte Sinaí; en ellas los patriarcas tenían que hacer expiación por el pecado. Pero
ahora a los judíos se les indicó un método para hacer expiación por el pecado, más particularmente
por el sacrificio, como sombra de las cosas buenas venideras; sin embargo, la sustancia es Cristo, y
su sola ofrenda de sí mismo, por la cual quitó de en medio el pecado. Se supone que los pecados por
los cuales fueron establecidas las ofrendas por el pecado, eran actos conocidos. Se supone que eran
pecados de comisión, cosas que no debieran haberse hecho. Las omisiones son pecados y deben ser
juzgados; pero lo que fue omitido una vez, podría hacerse en otra ocasión; pero un pecado cometido
era recuerdo del pasado. Se supone que eran pecados cometido por yerro. —La ley empieza con el
caso del sacerdote ungido. Es evidente que Dios nunca tuvo un sacerdote infalible en su iglesia
terrenal, puesto que hasta el sumo sacerdote podía caer en pecados por yerro. Toda pretensión de
actuar sin error son marcas ciertas del Anticristo. El animal tenía que ser llevado fuera del
campamento y, ahí, ser incinerado. Esto era una señal del deber del arrepentimiento, que es quitar el
pecado como cosa detestable que nuestra alma aborrece. La ofrenda por el pecado se identifica con
el pecado. Lo que ellos le hacían en el sacrificio, nosotros debemos hacerle a nuestros pecados: el
cuerpo del pecado debe ser destruido, Romanos vi, 6. El apóstol aplica a Cristo el hecho de llevar el
sacrificio fuera del campamento, Hebreos xiii, 11–13.

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PASAJE BIBLICO

Levitico 4
4:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

4:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Jehová sobre cosas que no se han de hacer, e hiciere alguna de ellas;

4:3 si el sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo, ofrecerá a Jehová, por su pecado que habrá cometido, un becerro sin defecto para expiación.

4:4 Traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová, y pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Jehová.

4:5 Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del becerro, y la traerá al tabernáculo de reunión;

4:6 y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, hacia el velo del santuario.

4:7 Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión.

4:8 Y tomará del becerro para la expiación toda su grosura, la que cubre los intestinos, y la que está sobre las entrañas,

4:9 los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado,

4:10 de la manera que se quita del buey del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar del holocausto.

4:11 Y la piel del becerro, y toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus intestinos y su estiércol,

4:12 en fin, todo el becerro sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en donde se echan las cenizas será quemado.

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