Comentario de Matthew Henry | Josue 22:1-20 | 0 | 1264
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Comentario Josué 22:1-20. Rubén y Gad con la media tribu de Manasés, son despedidos a casa - Josue 22:1-20

Estudio Biblico

Vv. 1—9. Josué despide a las tribus con un buen consejo. Quienes tienen el mando lo tienen en vano
a menos que guarden el mandamiento, que no será hecho correctamente a menos que se haga con
cuidado diligente. En particular, que améis a Jehová vuestro Dios, como el mejor de los seres y el
mejor de los amigos; y en tanto ese principio rija el corazón, habrá cuidado y esfuerzo constante para
andar en todos sus caminos aun los que son estrechos y cuesta arriba. En todo caso, que guardéis
sus mandamientos. En todo tiempo, en toda situación, con corazón decidido a seguir al Señor y a
servirle a Él y a su reino entre los hombres, de todo vuestro corazón y toda vuestra alma. Este buen
consejo se da a todos; ¡que Dios nos dé gracia para aceptarlo!

Vv. 10—20. Aquí está el afán de las tribus del otro lado del Jordán por conservar su
participación en la religión de Israel en Canaán. A primera vista parecía que el propósito era
establecer un altar en oposición al altar de Silo. Dios es celoso de sus instituciones; también
debemos serlo nosotros, y temer todo lo que parezca idolatría o conduzca a ella. La corrupción de la
religión se trata mejor al principio. —Pero su prudencia al seguir esta celosa resolución no es menos
elogiable. Muchas infelices discordias se hubieran evitado o resuelto pronto al indagar la sustancia
de la ofensa. El recuerdo de grandes pecados cometidos anteriormente debiera hacernos estar alerta
contra el comienzo del pecado; porque el camino del pecado lleva cuesta abajo. Todos tenemos el
deber de reprender a nuestro prójimo cuando comete falta para no participar de su pecado, Levítico
xix, 17. La oferta hecha de que eran bienvenidos en la tierra donde estaba el tabernáculo de Jehová,
donde podían establecerse, estaba en el espíritu de los verdaderos israelitas.

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PASAJE BIBLICO

Josue 22
22:1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de Manasés,

22:2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado.

22:3 No habéis dejado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta el día de hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios.

22:4 Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jehová os dio al otro lado del Jordán.

22:5 Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.

22:6 Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas.

22:7 También a la media tribu de Manasés había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra mitad dio Josué heredad entre sus hermanos a este lado del Jordán, al occidente; y también a éstos envió Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido.

22:8 Y les habló diciendo: Volved a vuestras tiendas con grandes riquezas, con mucho ganado, con plata, con oro, y bronce, y muchos vestidos; compartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos.

22:9 Así los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés, se volvieron, separándose de los hijos de Israel, desde Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual se habían posesionado conforme al mandato de Jehová por conducto de Moisés.

22:10 Y llegando a los límites del Jordán que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia.

22:11 Y los hijos de Israel oyeron decir que los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés habían edificado un altar frente a la tierra de Canaán, en los límites del Jordán, del lado de los hijos de Israel.

22:12 Cuando oyeron esto los hijos de Israel, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos.

22:13 Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en tierra de Galaad, a Finees hijo del sacerdote Eleazar,

22:14 y a diez príncipes con él: un príncipe por cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era jefe de la casa de sus padres entre los millares de Israel.

22:15 Los cuales fueron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron diciendo:

22:16 Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué transgresión es esta con que prevaricáis contra el Dios de Israel para apartaros hoy de seguir a Jehová, edificándoos altar para ser rebeldes contra Jehová?

22:17 ¿No ha sido bastante la maldad de Peor, de la que no estamos aún limpios hasta este día, por la cual vino la mortandad en la congregación de Jehová,

22:18 para que vosotros os apartéis hoy de seguir a Jehová? Vosotros os rebeláis hoy contra Jehová, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel.

22:19 Si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar además del altar de Jehová nuestro Dios.

22:20 ¿No cometió Acán hijo de Zera prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.

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