Comentario de Matthew Henry | Josue 20:1-9 | 0 | 2245
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Comentario Josué 20:1-9. Ley acerca de las ciudades de refugio.- Ciudades como refugio. - Josue 20:1-9

Estudio Biblico

Vv. 1—6. Cuando los israelitas fueron instalados en su heredad prometida, se les recordó que debían
apartar las ciudades de refugio, cuyo uso y significado como tipo ya ha sido explicado en Números
xxxv; Deuteronomio xix. El Israel espiritual de Dios tiene y tendrá en Cristo y en el cielo no sólo
alivio para reposar, sino refugio para darles seguridad. Estas ciudades fueron señaladas para ser tipo
del alivio que el evangelio da a los pecadores arrepentidos, y su protección de la maldición de la ley
y de la ira de Dios, en nuestro Señor Jesús, a quien huyen los creyentes a buscar refugio, Hebreos vi,

Vv. 7—9. Estas ciudades, como las del otro lado del Jordán, estaban ubicadas de modo que un
hombre pudiera llegar a una desde cualquier parte del país, en medio día. Dios siempre es un
Refugio que está a la mano. Todas eran ciudades levitas. Era bondad para con el pobre fugitivo que,
al no poder subir a la casa de Jehová, tuviera, sin embargo, siervos de Dios con él para instruirle,
orar por él y ayudarle a cumplir su necesidad de las ordenanzas públicas. —Algunos ven una
significación en los nombres de estas ciudades en una aplicación a Cristo nuestro Refugio. Cedes
significa santo, y nuestro Refugio es el santo Jesús. Siquem, un hombro, y el principado sobre su
hombro. Hebrón, comunión, y los creyentes están llamados a la comunión de Cristo Jesús nuestro
Señor. Beser, una fortaleza, porque Él es plaza fuerte para todo el que confía en Él. Ramot, alto o
exaltado, pues Dios le ha exaltado con su diestra. Golán, gozo o exultación, porque todos los santos
son justificados en Él y se gloriarán en Él.

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PASAJE BIBLICO

Josue 20
20:1 Habló Jehová a Josué, diciendo:

20:2 Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés,

20:3 para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.

20:4 Y el que se acogiere a alguna de aquellas ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá sus razones en oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.

20:5 Si el vengador de la sangre le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, y no tuvo con él ninguna enemistad antes.

20:6 Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó.

20:7 Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiriat-arba (que es Hebrón) en el monte de Judá.

20:8 Y al otro lado del Jordán al oriente de Jericó, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y Golán en Basán de la tribu de Manasés.

20:9 Estas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese a ellas cualquiera que hiriese a alguno por accidente, a fin de que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.

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