Comentario de Matthew Henry | Genesis 33:1-16 | 0 | 1030
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Comentario Génesis 33:1-16. La amistosa reunión de Jacob y Esaú. - Genesis 33:1-16

Estudio Biblico

Vv. 1—16. Habiendo encomendado su causa en oración a Dios, Jacob siguió su camino. Pase lo que
pase nada puede salir mal para aquel cuyo corazón está firme confiando en Dios. Jacob se inclinó
ante Esaú. Una conducta humilde y sumisa hace mucho para quitar la ira. Esaú abrazó a Jacob. Dios
tiene los corazones de todos los hombres en sus manos y puede volverlos cuando y cómo le plazca.
No es en vano confiar en Dios e invocarle en el día malo. Cuando los caminos del hombre agradan al
Señor, Él hace que hasta sus enemigos estén en paz con él. —Esaú recibe a Jacob como hermano y
hay mucha ternura entre ellos. Esaú pregunta: ¿Quiénes son éstos? A esta pregunta corriente, Jacob
habló sinceramente, como un hombre cuyos ojos están siempre dirigidos hacia el Señor. Jacob instó
a Esaú, como si su temor hubiera terminado, y él tomó su presente. Bueno es cuando la fe de los
hombres los hace generosos, de corazón libre y mano abierta. Pero Jacob declinó el ofrecimiento de
Esaú de acompañarlo. No es deseable intimar con parientes impíos superiores a uno, que esperarán
que nos unamos a ellos en sus vanidades o, por lo menos, que hagamos la vista gorda aunque ellos
culpen y, quizá, se burlen de nuestra religión. Tales serán o una trampa para nosotros o se ofenderán
con nosotros. Arriesguémonos a perder todas las cosas antes que poner en peligro nuestras almas, si
conocemos su valor, antes que renunciar a Cristo, si verdaderamente le amamos. Que el cuidado y
tierna atención que Jacob da a su familia y a sus rebaños, nos recuerden al buen Pastor de nuestras
almas, que reúne a los corderos con su brazo y los lleva en su regazo y, bondadosamente, guía a las
que están recién paridas, Isaías xl, 11. Todos debemos seguir su ejemplo como padres, maestros o
pastores.

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PASAJE BIBLICO

Genesis 33
33:1 Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.

33:2 Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos.

33:3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.

33:4 Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.

33:5 Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo.

33:6 Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.

33:7 Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.

33:8 Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.

33:9 Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.

33:10 Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido.

33:11 Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó.

33:12 Y Esaú dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti.

33:13 Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.

33:14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.

33:15 Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Jacob dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.

33:16 Así volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.

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