Estudio Biblico
Estamos hablando de los nombres en como Dios se da a conocer a su pueblo, por medio de los cuales revela parte de su carácter. En esta oportunidad Dios se da a conocer como Jehová-Rafa que significa el Señor es mi sanador. Dios ha provisto por medio de la obra de Jesucristo la sanidad definitiva para la enfermedad espiritual, física y emocional.
¡Dios quiere y puede sanarnos!
La enfermedad nunca ha sido parte de la voluntad de Dios para sus hijos. La enfermedad puede venir como consecuencia de la mala alimentación, por la práctica del pecado, por maldiciones generacionales o por la influencia de espíritus malignos.
En el pasaje de hoy Dios se da a conocer como Yahvéh-Rafa. Esta palabra en el original hebreo significa curar, sanar, restaurar la salud. Este verbo está muy relacionado con la sanidad física.
A su vez Dios les habló claramente que debían hacer para que su presencia sanadora estuviera con ellos continuamente. Dios nos demanda dos importantes condiciones:
1. Primero nos pide que le prestemos atención. Que escuchemos su voz y que tengamos oídos para oír. Dios siempre ha hablado a su pueblo, y hoy te está hablando a ti, pero debes cultivar una actitud receptiva a su voz.
2. Segundo, Dios nos pide que hagamos lo recto delante de sus ojos. Que nos alejemos del pecado, que dejemos de hacer lo desagradable delante de su presencia. Dios busca personas que no solo oigan sus palabras sino que las guarden y las pongan en práctica. Santiago 1: 22-25. En una ocasión Jesús sano a un hombre y le dijo: mira has sido sanado; no peques más, para que no te sucede algo peor. Juan 5: 14.
Jesús demostró que Él era Jehová-Rafa al curar a los enfermos, a los ciegos, a los paralíticos, y al echar fuera demonios. Y hoy sigue sanado mediante el poder y la presencia del Espíritu Santo.
Para reflexionar: ¿Crees que Jesús llevó tus enfermedades en la cruz? ¿Porque no decides hoy caminar en obediencia para que no venga ninguna enfermedad a tu vida?
15:26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.