la bendición de un aposento. - 2 Reyes 4:8-17
Estudio Biblico
Dios está llamando a sus hijos a la intimidad. “su Espíritu nos anhela celosamente”. Santiago 4: 4-5. El Espíritu Santo es una persona y quiere que cierres la puerta. Allí él te revela los secretos más ocultos del Padre para ti. Una cosa es comunión y otra muy diferente es intimidad.
COMUNION:
Del griego koinonia: común acuerdo, compañerismo, asociación, pasar tiempo con esa persona, hablarse, escucharse, y la puedes tener donde quieras. El Espíritu Santo está con nosotros todo el día y en todo lugar.
INTIMIDAD:
Es estar a solas en un lugar donde nadie te interrumpa. Como no quieres tener luchas con buscar al Señor si ni siquiera tienes un lugar donde buscarlo. Resalta la importancia de un lugar especial asemejado con los casados. En ese lugar lo primero que te revela el Espíritu Santo es lo que el Padre tiene para ti. Alli arreglamos nuestros asuntos. En lo íntimo somos formados. Salmo 139: 15.
Somos amados por él y nosotros nos enamoramos de él. Nos hacemos uno con el Señor. En oculto se conciben las más grandes cosas que luego se verán. Ej: vientre de una mujer.
Aposento: del griego anagaion: lugar donde se comía y donde solía disfrutarse de intimidad. Allí el Señor disfruto la cena con sus discípulos. Allí vino el Espíritu Santo.
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PASAJE BIBLICO
2 Reyes 4
4:8 Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer.4:9 Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios.
4:10 Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él.
4:11 Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió.
4:12 Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él.
4:13 Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.
4:14 Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo.
4:15 Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta.
4:16 Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva.
4:17 Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho.