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¿Cómo veo la gloria de Cristo? - 2 Corintios 4:4
Estudio Biblico
¿Cómo veo la gloria de Cristo? Esta es una pregunta clave para todos. Debemos ver la gloria de Cristo. Su gloria es el epicentro, el motor, de toda la vida cristiana. Debemos verla y deleitarnos en ella, porque no ver la gloria de Cristo es no ser creyente. Es así de simple. Las apuestas son tan altas. Y esas altas apuestas son la razón por la que recibimos este correo electrónico de un oyente llamado David. “Hola, pastor Juan. Tengo una pregunta para ti”, escribe. “Sus artículos sobre lo que es la verdadera fe salvadora realmente me abrieron los ojos para ver lo que es, y ver que no tengo esto. No veo a Jesús tan hermoso. Me siento ciego a su gloria. ¿Cómo tiene uno los ojos abiertos? Sé que no puedo hacer nada. Estoy desesperado. ¿Me puedes ayudar?"
Permítanme tratar de aclarar la referencia de David a lo que he dicho acerca de la naturaleza de la fe salvadora.
Fideicomiso de atesoramiento
Creo que la Biblia enseña que la fe salvadora es confiar y atesorar a Jesucristo que surge de una visión dada por el Espíritu de la verdad, la grandeza, la belleza y el valor de Jesús cuando lo vemos obrar en el evangelio.
Y lo que David ve correctamente en este entendimiento de la fe es que la fe no es un mero acuerdo con los hechos acerca de Jesús, y no es una mera confianza en que Jesús hará por nosotros cosas que incluso los incrédulos quieren que se hagan. La fe salvadora no recibe a Jesús simplemente como útil. La fe salvadora recibe a Jesús como a sí mismo, el mayor don del evangelio. Esto significa que la fe salvadora ve a Jesús como supremamente deseable, supremamente grande, supremamente hermoso, valioso, todo lo cual la Biblia resume diciendo que Jesús tiene la gloria divina .
Así que esas palabras valiosas , hermosas , grandiosas , deseables , creo que todas están incluidas en lo que la Biblia quiere decir con gloria . La fe salvadora es una confianza atesoradora en Jesús como más valioso, más hermoso, más satisfactorio que cualquier otra cosa.
Ahora, aquí hay un vistazo de esta verdad en 2 Corintios 4:4 : “El dios de este mundo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. .” ¡Asombroso! Permítanme decirlo de nuevo: “El evangelio de la gloria de Cristo”. Pablo se complace en resumir el evangelio como “el evangelio de la gloria de Cristo”. Por eso David tiene razón en su pregunta cuando dice que necesitamos ver la gloria de Cristo para tener fe salvadora, porque el evangelio es el evangelio de la gloria de Cristo.
Entonces, tomo muy en serio la pregunta de David. Es la pregunta correcta para hacer. “Si no veo a Cristo como glorioso, supremamente hermoso, valioso y satisfactorio, ¿qué debo hacer?” Esa es su pregunta.
La gloria de Dios en la creación
Así que déjame abordarlo de esta manera. Permítanme tratar de desmitificar, al menos parcialmente, la idea de que Dios revela su gloria. Esas mismas palabras pueden sonar como una tontería para algunas personas.
El Salmo 19:1 dice: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento proclama la obra de sus manos”. Jeremías 10:12 luego pone carne sobre esos huesos: “Es [el Señor] quien hizo la tierra con su poder, quien estableció el mundo con su sabiduría, y con su inteligencia extendió los cielos”. Y luego Romanos 1:20-21 dice:
Los atributos invisibles [de Dios], es decir, su poder eterno y su naturaleza divina, se han percibido claramente, desde la creación del mundo, en las cosas que se han hecho. Por lo tanto ellos no tienen excusa. Porque aunque conocían a Dios, no lo [glorificaron] como a Dios.
Entonces, de estos textos, concluyo que Dios ha hecho visible su gloria, su belleza, su poder, su sabiduría, su grandeza y su valor en las obras de sus manos, en la naturaleza. Y es nuestra obligación como humanos ver esta gloria y reconocerla como una manifestación de la belleza de Dios, la grandeza de Dios, el valor de Dios, y no solo la belleza, la grandeza y el valor de las estrellas.
Y la razón por la que dije que esto es una desmitificación de la revelación de la gloria de Dios es que, por un lado, la mayoría de nosotros captamos la noción de gloria como belleza, grandeza y valor cuando vemos la magnificencia de las galaxias, y el poder de un relámpago, y el gran sonido de un trueno, y la majestuosidad de montañas altísimas. No es un completo misterio que tal gloria en la naturaleza sea una revelación de Dios. La mayoría de la gente puede darse cuenta de eso.
La gloria de Cristo en los evangelios
Pero la razón por la que es solo una desmitificación parcial es que, aparte de la obra regeneradora del Espíritu Santo, no veremos esta gloria por lo que realmente es, es decir, la gloria de Dios . Entonces, si hay una aclaración parcial de la revelación de la gloria de Dios al observar la naturaleza, tal vez David pueda hacer la transición a la revelación de la gloria de Cristo en las historias inspiradas en Mateo, Marcos, Lucas y Juan. porque por eso están ahí.
Por eso Dios inspiró la escritura de estas historias, así como puso las estrellas en su lugar. Los inspiró para que resplandeciera la gloria, la gloria de Cristo. Aquí está Juan 1:14 : esta es la razón por la cual Cristo caminó sobre la tierra, y los Evangelios fueron escritos para mostrárnoslo a nosotros: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria , gloria como del unigénito de Dios ”. el Padre, lleno de gracia y de verdad.” Y cuando Jesús comienza a hacer su obra, Juan dice en Juan 2:11 : “Esta, la primera de sus señales, la hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria . Y sus discípulos creyeron en él.”
Entonces, Juan nos está mostrando por qué está escrito su Evangelio: para revelar la gloria de Cristo y despertar la fe. Es el evangelio de la gloria de Cristo. Y al final de su vida, Jesús oró: “[Padre], yo te glorifiqué en la tierra, habiendo acabado la obra que me diste que hiciese” ( Juan 17:4 ). Para eso fueron su vida y su obra: para revelar en sí mismo, por sí mismo, la gloria de Dios. O otra forma de decirlo es de Juan 20:31 : “Estas cosas se escriben para que creáis”. Eso es lo que sucede cuando ves la gloria de Cristo por lo que realmente es: ¡tú crees!
Cuatro caminos hacia la vista
Entonces, la pregunta de David es: “Si Satanás ciega la mente de los incrédulos como dice 2 Corintios 4:4 , y si por naturaleza somos resistentes a la belleza de la supremacía de Dios, ¿qué podemos hacer?” ¿Qué debe hacer? Eso es lo que está preguntando. “Pastor John, dígame qué puedo hacer. ¿Hay algo?" Él dice: “No puedo hacer nada”, pero eso no es cierto. Entonces, aquí hay cuatro cosas.
Primero, por mucho que esté dentro de ti, David, renuncia a tu relación amorosa con la gloria que viene de la gente. Porque Jesús dijo en Juan 5:44 , “¿Cómo podéis creer, si recibís gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios?” Es un gran obstáculo para amar la gloria del hombre. Todos nacemos amando la gloria que recibimos de otras personas. Mientras ese amor es supremo en nuestros corazones, no podemos creer. Entonces, renunciemos a ello. Por mucho que esté dentro de ti, dile a Dios: “Ya terminé. Quiero terminar con eso. Líbrame. ¡Quiero ser libre de esta esclavitud al amor de la gloria humana!”
Segundo, lea y escuche la palabra de Dios tanto como pueda, especialmente los Evangelios, ya que Dios inspiró su palabra como una revelación de su gloria. Y dijo: “La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo” ( Romanos 10:17 ). Esto es cierto para el resto de nuestras vidas. La fe salvadora se despierta y la fe salvadora es sostenida por la palabra de Dios mientras vivamos.
Tercero, en todo lo que escuchas, en toda tu lectura, en todo lo que escuchas, vuélvete a Cristo. No se limite a leer pasivamente. No se limite a leer vagamente. Pablo dijo en 2 Corintios 3:16 : “Cuando uno se vuelve al Señor, el velo se quita”. Y se refiere al velo que te impide ver la gloria de Cristo. No se limite a leer y escuchar pasivamente. Dirige tu corazón mientras lees y escuchas a Cristo y di: “¡Muéstrame a ti mismo, Cristo! Muéstrame a ti mismo en tu palabra. Muéstrame que eres real. Muéstrame tu verdad, tu grandeza, tu belleza y tu valor. ¡Enseñame tu gloria!"
Y finalmente, cuarto, en ya través de todo, ora para que se abran los ojos de tu corazón. Pablo modela esto para nosotros en Efesios 1:18 : “[Ruego que] los ojos de vuestros corazones [sean] iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza a la cual él os ha llamado”.
Levántate y ve a Jesús
Así que esas son cuatro cosas, David: renuncia al orgullo, lee la palabra, vuélvete a Cristo y ora por la vista. Y solo cerraría con esto. Tal vez vaya en línea y obtenga una copia de la canción "Vengan, pecadores, pobres y necesitados", y cántenla o díganla, especialmente este verso:
me levantaré e iré a Jesús;
Él me abrazará en sus brazos.
En los brazos de mi amado Salvador,
Oh, hay diez mil amuletos.
John Piper
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