Palabra Clave: monte

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Genesis 7:19. Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
Genesis 7:20. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.
Genesis 8:4. Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.
Genesis 8:5. Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.
Genesis 12:8. Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.
Genesis 14:6. y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.
Genesis 14:10. Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.
Genesis 19:17. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
Genesis 19:19. He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.
Genesis 19:30. Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas.
Genesis 22:2. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Genesis 22:14. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
Genesis 31:21. Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad.
Genesis 31:23. Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad.
Genesis 31:25. Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y éste había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad.
Genesis 31:54. Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte.
Genesis 36:8. Y Esaú habitó en el monte de Seir; Esaú es Edom.
Genesis 36:9. Estos son los linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir.
Exodo 3:1. Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
Exodo 3:12. Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Exodo 4:27. Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó.
Exodo 15:17. Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado.
Exodo 18:5. Y Jetro el suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de éste, vino a Moisés en el desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios;
Exodo 19:2. Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
Exodo 19:3. Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
Exodo 19:11. y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.
Exodo 19:12. Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.
Exodo 19:13. No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.
Exodo 19:14. Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.
Exodo 19:16. Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.
Exodo 19:17. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.
Exodo 19:18. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
Exodo 19:20. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
Exodo 19:23. Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo.
Exodo 20:18. Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.
Exodo 24:4. Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
Exodo 24:12. Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.
Exodo 24:13. Y se levantó Moisés con Josué su servidor, y Moisés subió al monte de Dios.
Exodo 24:15. Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.
Exodo 24:16. Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.
Exodo 24:17. Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.
Exodo 24:18. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
Exodo 25:40. Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
Exodo 26:30. Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.
Exodo 27:8. Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.
Exodo 31:18. Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.
Exodo 32:1. Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
Exodo 32:12. ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del ardor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo.
Exodo 32:15. Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas.
Exodo 32:19. Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.
Exodo 33:6. Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb.
Exodo 34:2. Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.
Exodo 34:3. Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte.
Exodo 34:4. Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra.
Exodo 34:29. Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.
Exodo 34:32. Después se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que Jehová le había dicho en el monte Sinaí.
Levitico 7:38. la cual mandó Jehová a Moisés en el monte de Sinaí, el día que mandó a los hijos de Israel que ofreciesen sus ofrendas a Jehová, en el desierto de Sinaí.
Levitico 25:1. Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo:
Levitico 26:46. Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés.
Levitico 27:34. Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.
Numeros 3:1. Estos son los descendientes de Aarón y de Moisés, en el día en que Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí.
Numeros 10:33. Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del pacto de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.
Numeros 13:17. Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,
Numeros 13:29. Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.
Numeros 14:40. Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado.
Numeros 14:44. Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento.
Numeros 14:45. Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.
Numeros 20:22. Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.
Numeros 20:23. Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en la frontera de la tierra de Edom, diciendo:
Numeros 20:25. Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor,
Numeros 20:27. Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte de Hor a la vista de toda la congregación.
Numeros 20:28. Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte.
Numeros 21:4. Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.
Numeros 23:3. Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto.
Numeros 23:7. Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de Moab, de los montes del oriente; Ven, maldíceme a Jacob,Y ven, execra a Israel.
Numeros 27:12. Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
Numeros 28:6. Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí para olor grato, ofrenda encendida a Jehová.
Numeros 33:23. Salieron de Ceelata y acamparon en el monte de Sefer.
Numeros 33:24. Salieron del monte de Sefer y acamparon en Harada.
Numeros 33:32. Salieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte de Gidgad.
Numeros 33:33. Salieron del monte de Gidgad y acamparon en Jotbata.
Numeros 33:37. Y salieron de Cades y acamparon en el monte de Hor, en la extremidad del país de Edom.
Numeros 33:38. Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes.
Numeros 33:39. Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor.
Numeros 33:41. Y salieron del monte de Hor y acamparon en Zalmona.
Numeros 33:47. Salieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, delante de Nebo.
Numeros 33:48. Salieron de los montes de Abarim y acamparon en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
Numeros 34:7. El límite del norte será este: desde el Mar Grande trazaréis al monte de Hor.
Numeros 34:8. Del monte de Hor trazaréis a la entrada de Hamat, y seguirá aquel límite hasta Zedad;
Deuteronomio 1:2. Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta Cades-barnea.
Deuteronomio 1:6. Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.
Deuteronomio 1:7. Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
Deuteronomio 1:19. Y salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades- barnea.
Deuteronomio 1:20. Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da.
Deuteronomio 1:24. Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol, y reconocieron la tierra.
Deuteronomio 1:41. Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte.
Deuteronomio 1:43. Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte.
Deuteronomio 1:44. Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma.
Deuteronomio 2:1. Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por mucho tiempo.
Deuteronomio 2:3. Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.
Deuteronomio 2:5. No os metáis con ellos, porque no os daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir.
Deuteronomio 2:37. Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos; ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc ni a las ciudades del monte, ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios había prohibido.
Deuteronomio 3:8. También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte de Hermón, de manos de los dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán.
Deuteronomio 3:12. Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Galaad con sus ciudades, la di a los rubenitas y a los gaditas;
Deuteronomio 3:25. Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano.
Deuteronomio 4:11. y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;
Deuteronomio 4:48. Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sion, que es Hermón;
Deuteronomio 5:4. Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego.
Deuteronomio 5:5. Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo:
Deuteronomio 5:22. Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
Deuteronomio 5:23. Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos,
Deuteronomio 8:7. Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;
Deuteronomio 8:9. tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.
Deuteronomio 9:9. Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;
Deuteronomio 9:10. y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Deuteronomio 9:15. Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos.
Deuteronomio 9:21. Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.
Deuteronomio 10:1. En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera;
Deuteronomio 10:3. E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano.
Deuteronomio 10:4. Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jehová.
Deuteronomio 10:5. Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como Jehová me mandó.
Deuteronomio 10:10. Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y Jehová también me escuchó esta vez, y no quiso Jehová destruirte.
Deuteronomio 11:11. La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;
Deuteronomio 11:29. Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal,
Deuteronomio 12:2. Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso.
Deuteronomio 14:5. el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.
Deuteronomio 19:5. como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
Deuteronomio 27:4. Cuando, pues, hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, y las revocarás con cal;
Deuteronomio 27:12. Cuando hayas pasado el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.
Deuteronomio 27:13. Y éstos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.
Deuteronomio 32:22. Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes.
Deuteronomio 32:49. Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;
Deuteronomio 32:50. y muere en el monte al cual subes, y sé unido a tu pueblo, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor, y fue unido a su pueblo;
Deuteronomio 33:2. Dijo: Jehová vino de Sinaí, Y de Seir les esclareció; Resplandeció desde el monte de Parán, Y vino de entre diez millares de santos, Con la ley de fuego a su mano derecha.
Deuteronomio 33:15. Con el fruto más fino de los montes antiguos, Con la abundancia de los collados eternos,
Deuteronomio 33:19. Llamarán a los pueblos a su monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia, Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena.
Deuteronomio 34:1. Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan,
Josue 2:16. Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino.
Josue 2:22. Y caminando ellos, llegaron al monte y estuvieron allí tres días, hasta que volvieron los que los perseguían; y los que los persiguieron buscaron por todo el camino, pero no los hallaron.
Josue 2:23. Entonces volvieron los dos hombres; descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido.
Josue 8:30. Entonces Josué edificó un altar a Jehová Dios de Israel en el monte Ebal,
Josue 8:33. Y todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a uno y otro lado del arca, en presencia de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, así los extranjeros como los naturales. La mitad de ellos estaba hacia el monte Gerizim, y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel.
Josue 11:17. Desde el monte Halac, que sube hacia Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón; tomó asimismo a todos sus reyes, y los hirió y mató.
Josue 11:21. También en aquel tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes de Hebrón, de Debir, de Anab, de todos los montes de Judá y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.
Josue 12:1. Estos son los reyes de la tierra que los hijos de Israel derrotaron y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán hacia donde nace el sol, desde el arroyo de Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Arabá al oriente:
Josue 12:5. y dominaba en el monte Hermón, en Salca, en todo Basán hasta los límites de Gesur y de Maaca, y la mitad de Galaad, territorio de Sehón rey de Hesbón.
Josue 12:7. Y estos son los reyes de la tierra que derrotaron Josué y los hijos de Israel, a este lado del Jordán hacia el occidente, desde Baal-gad en el llano del Líbano hasta el monte de Halac que sube hacia Seir; y Josué dio la tierra en posesión a las tribus de Israel, conforme a su distribución;
Josue 13:5. la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia donde sale el sol, desde Baal-gad al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Hamat;
Josue 13:11. y Galaad, y los territorios de los gesureos y de los maacateos, y todo el monte Hermón, y toda la tierra de Basán hasta Salca;
Josue 13:19. Quiriataim, Sibma, Zaret-sahar en el monte del valle,
Josue 14:12. Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.
Josue 15:8. Y sube este límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo, que es Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el lado del norte.
Josue 15:9. Y rodea este límite desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Neftoa, y sale a las ciudades del monte de Efrón, rodeando luego a Baala, que es Quiriat-jearim.
Josue 15:10. Después gira este límite desde Baala hacia el occidente al monte de Seir; y pasa al lado del monte de Jearim hacia el norte, el cual es Quesalón, y desciende a Bet-semes, y pasa a Timna.
Josue 15:11. Sale luego al lado de Ecrón hacia el norte; y rodea a Sicrón, y pasa por el monte de Baala, y sale a Jabneel y termina en el mar.
Josue 17:15. Y Josué les respondió: Si sois pueblo tan grande, subid al bosque, y haceos desmontes allí en la tierra de los ferezeos y de los refaítas, ya que el monte de Efraín es estrecho para vosotros.
Josue 17:16. Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a nosotros este monte; y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura, tienen carros herrados; los que están en Bet-seán y en sus aldeas, y los que están en el valle de Jezreel.
Josue 17:18. sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos; porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.
Josue 18:12. Fue el límite de ellos al lado del norte desde el Jordán, y sube hacia el lado de Jericó al norte; sube después al monte hacia el occidente, y viene a salir al desierto de Bet-avén.
Josue 18:13. De allí pasa en dirección de Luz, al lado sur de Luz (que es Bet-el), y desciende de Atarot-adar al monte que está al sur de Bet-horón la de abajo.
Josue 18:14. Y tuerce hacia el oeste por el lado sur del monte que está delante de Bet-horón al sur; y viene a salir a Quiriat-baal (que es Quiriat-jearim), ciudad de los hijos de Judá. Este es el lado del occidente.
Josue 18:16. y desciende este límite al extremo del monte que está delante del valle del hijo de Hinom, que está al norte en el valle de Refaim; desciende luego al valle de Hinom, al lado sur del jebuseo, y de allí desciende a la fuente de Rogel.
Josue 19:50. según la palabra de Jehová, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la ciudad y habitó en ella.
Josue 20:7. Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en el monte de Efraín, y Quiriat-arba (que es Hebrón) en el monte de Judá.
Josue 21:11. Les dieron Quiriat-arba del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus contornos.
Josue 21:21. Les dieron Siquem con sus ejidos, en el monte de Efraín, como ciudad de refugio para los homicidas; además, Gezer con su ejidos,
Josue 24:4. A Isaac di Jacob y Esaú. Y a Esaú di el monte de Seir, para que lo poseyese; pero Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.
Josue 24:30. Y le sepultaron en su heredad en Timnat-sera, que está en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.
Josue 24:33. También murió Eleazar hijo de Aarón, y lo enterraron en el collado de Finees su hijo, que le fue dado en el monte de Efraín.
Jueces 1:34. Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los dejaron descender a los llanos.
Jueces 1:35. Y el amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario.
Jueces 2:9. Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera,en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.
Jueces 3:3. los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat.
Jueces 3:27. Y cuando había entrado, tocó el cuerno en el monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y él iba delante de ellos.
Jueces 4:5. y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.
Jueces 4:6. Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón;
Jueces 4:12. Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que Barac hijo de Abinoam había subido al monte de Tabor.
Jueces 4:14. Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él.
Jueces 5:5. Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.
Jueces 6:2. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados.
Jueces 7:3. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.
Jueces 7:24. Gedeón también envió mensajeros por todo el monte de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas, y tomad los vados de Bet-bara y del Jordán antes que ellos lleguen. Y juntos todos los hombres de Efraín, tomaron los vados de Bet-bara y del Jordán.
Jueces 9:7. Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así os oiga Dios.
Jueces 9:25. Y los de Siquem pusieron en las cumbres de los montes asechadores que robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; de lo cual fue dado aviso a Abimelec.
Jueces 9:36. Y viendo Gaal al pueblo, dijo a Zebul: He allí gente que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: Tú ves la sombra de los montes como si fueran hombres.
Jueces 9:48. Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo.
Jueces 10:1. Después de Abimelec, se levantó para librar a Israel Tola hijo de Fúa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el cual habitaba en Samir en el monte de Efraín.
Jueces 11:37. Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras.
Jueces 11:38. El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.
Jueces 12:15. Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte de Amalec.
Jueces 16:3. Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón.
Jueces 17:1. Hubo un hombre del monte de Efraín, que se llamaba Micaía,
Jueces 17:8. Este hombre partió de la ciudad de Belén de Judá para ir a vivir donde pudiera encontrar lugar; y llegando en su camino al monte de Efraín, vino a casa de Micaía.
Jueces 18:2. Y los hijos de Dan enviaron de su tribu cinco hombres de entre ellos, hombres valientes, de Zora y Estaol, para que reconociesen y explorasen bien la tierra; y les dijeron: Id y reconoced la tierra. Estos vinieron al monte de Efraín, hasta la casa de Micaía, y allí posaron.
Jueces 18:13. Y de allí pasaron al monte de Efraín, y vinieron hasta la casa de Micaía.
Jueces 19:1. En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como forastero en la parte más remota del monte de Efraín, el cual había tomado para sí mujer concubina de Belén de Judá.
Jueces 19:16. Y he aquí un hombre viejo que venía de su trabajo del campo al anochecer, el cual era del monte de Efraín, y moraba como forastero en Gabaa; pero los moradores de aquel lugar eran hijos de Benjamín.
Jueces 19:18. Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa.
1 Samuel 1:1. Hubo un varón de Ramataim de Zofim, del monte de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo.
1 Samuel 9:4. Y él pasó el monte de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron.
1 Samuel 13:2. escogió luego a tres mil hombres de Israel, de los cuales estaban con Saúl dos mil en Micmas y en el monte de Bet-el, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín; y envió al resto del pueblo cada uno a sus tiendas.
1 Samuel 14:22. Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en el monte de Efraín, oyendo que los filisteos huían, también ellos los persiguieron en aquella batalla.
1 Samuel 17:3. Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos.
1 Samuel 23:14. Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.
1 Samuel 23:26. Y Saúl iba por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado del monte, y se daba prisa David para escapar de Saúl; mas Saúl y sus hombres habían encerrado a David y a su gente para capturarlos.
1 Samuel 24:2. Y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de sus hombres, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses.
1 Samuel 25:20. Y montando un asno, descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella, y ella les salió al encuentro.
1 Samuel 26:13. Entonces pasó David al lado opuesto, y se puso en la cumbre del monte a lo lejos, habiendo gran distancia entre ellos.
1 Samuel 26:20. No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.
1 Samuel 31:1. Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa.
1 Samuel 31:8. Aconteció al siguiente día, que viniendo los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gilboa.
2 Samuel 1:6. El joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente vine al monte de Gilboa, y hallé a Saúl que se apoyaba sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo.
2 Samuel 1:21. Montes de Gilboa, Ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas; Porque allí fue desechado el escudo de los valientes, El escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite.
2 Samuel 13:34. Y Absalón huyó. Entre tanto, alzando sus ojos el joven que estaba de atalaya, miró, y he aquí mucha gente que venía por el camino a sus espaldas, del lado del monte.
2 Samuel 15:32. Cuando David llegó a la cumbre del monte para adorar allí a Dios, he aquí Husai arquita que le salió al encuentro, rasgados sus vestidos, y tierra sobre su cabeza.
2 Samuel 16:1. Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí Siba el criado de Mefi-boset, que salía a recibirle con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, cien racimos de pasas, cien panes de higos secos, y un cuero de vino.
2 Samuel 16:2. Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que monte la familia del rey, los panes y las pasas para que coman los criados, y el vino para que beban los que se cansen en el desierto.
2 Samuel 16:13. Y mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo.
2 Samuel 20:21. La cosa no es así: mas un hombre del monte de Efraín, que se llama Seba hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David; entregad a ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí su cabeza te será arrojada desde el muro.
2 Samuel 21:9. y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehová; y así murieron juntos aquellos siete, los cuales fueron muertos en los primeros días de la siega, al comenzar la siega de la cebada.
1 Reyes 4:8. Y estos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín;
1 Reyes 5:15. Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte;
1 Reyes 11:7. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.
1 Reyes 12:25. Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a Penuel.
1 Reyes 16:24. Y Omri compró a Semer el monte de Samaria por dos talentos de plata, y edificó en el monte; y llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer, que fue dueño de aquel monte.
1 Reyes 18:19. Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
1 Reyes 18:20. Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
1 Reyes 19:8. Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
1 Reyes 19:11. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
1 Reyes 20:23. Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso nos han vencido; mas si peleáremos con ellos en la llanura, se verá si no los vencemos.
1 Reyes 20:28. Vino entonces el varón de Dios al rey de Israel, y le habló diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto los sirios han dicho: Jehová es Dios de los montes, y no Dios de los valles, yo entregaré toda esta gran multitud en tu mano, para que conozcáis que yo soy Jehová.
1 Reyes 22:17. Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová dijo: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz.
2 Reyes 1:9. Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas.
2 Reyes 2:16. Y dijeron: He aquí hay con tus siervos cincuenta varones fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.
2 Reyes 2:24. Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.
2 Reyes 2:25. De allí fue al monte Carmelo, y de allí volvió a Samaria.
2 Reyes 4:25. Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita.
2 Reyes 4:27. Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.
2 Reyes 4:39. Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.
2 Reyes 5:22. Y él dijo: Bien. Mi señor me envía a decirte: He aquí vinieron a mí en esta hora del monte de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas; te ruego que les des un talento de plata, y dos vestidos nuevos.
2 Reyes 6:17. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
2 Reyes 19:23. Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus feraces campos.
2 Reyes 19:31. Porque saldrá de Jerusalén remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
2 Reyes 23:13. Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astoret ídolo abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón.
2 Reyes 23:16. Y se volvió Josías, y viendo los sepulcros que estaban allí en el monte, envió y sacó los huesos de los sepulcros, y los quemó sobre el altar para contaminarlo, conforme a la palabra de Jehová que había profetizado el varón de Dios, el cual había anunciado esto.
1 Cronicas 4:42. Asimismo quinientos hombres de ellos, de los hijos de Simeón, fueron al monte de Seir, llevando por capitanes a Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, hijos de Isi,
1 Cronicas 5:23. Los hijos de la media tribu de Manasés, multiplicados en gran manera, habitaron en la tierra desde Basán hasta Baal- hermón y Senir y el monte de Hermón.
1 Cronicas 6:67. Les dieron la ciudad de refugio, Siquem con sus ejidos en el monte de Efraín; además, Gezer con sus ejidos,
1 Cronicas 10:1. Los filisteos pelearon contra Israel; y huyeron delante de ellos los israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.
1 Cronicas 10:8. Sucedió al día siguiente, que al venir los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.
2 Cronicas 2:2. Y designó Salomón setenta mil hombres que llevasen cargas, y ochenta mil hombres que cortasen en los montes, y tres mil quinientos que los vigilasen.
2 Cronicas 3:1. Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en le monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
2 Cronicas 13:4. Y se levantó Abías sobre el monte de Zemaraim, que es en los montes de Efraín, y dijo: Oidme, Jeroboam y todo Israel.
2 Cronicas 18:16. Entonces Micaías dijo: He visto a todo Israel derramado por los montes como ovejas sin pastor; y dijo Jehová: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno en paz a su casa.
2 Cronicas 19:4. Habitó, pues, Josafat en Jerusalén ; pero daba vuelta y salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres.
2 Cronicas 20:10. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese;
2 Cronicas 20:22. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:
2 Cronicas 20:23. Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.
2 Cronicas 21:11. Además de esto hizo lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen, y a ello impelió a Judá.
2 Cronicas 26:10. Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas: porque tuvo muchos ganados, así en los Sefela como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura.
2 Cronicas 33:15. Asimismo quitó los dioses ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la casa de Jehová y en Jerusalén , y los echó fuera de la ciudad.
Nehemias 8:15. y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito.
Nehemias 9:13. Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos,
Job 6:5. ¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto?
Job 9:5. El arranca los montes con su furor, Y no saben quién los trastornó;
Job 11:12. El hombre vano se hará entendido, Cuando un pollino de asno montés nazca hombre.
Job 14:18. Ciertamente el monte que cae se deshace, Y las peñas son removidas de su lugar;
Job 24:5. He aquí, como asnos monteses en el desierto, Salen a su obra madrugando para robar; El desierto es mantenimiento de sus hijos.
Job 24:8. Con las lluvias de los montes se mojan, Y abrazan las peñas por falta de abrigo.
Job 28:9. En el pedernal puso su mano, Y trastornó de raíz los montes.
Job 39:1. ¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo?
Job 39:5. ¿Quién echó libre al asno montés, Y quién soltó sus ataduras?
Job 39:8. Lo oculto de los montes es su pasto, Y anda buscando toda cosa verde.
Job 40:20. Ciertamente los montes producen hierba para él; Y toda bestia del campo retoza allá.
Salmos 2:6. Pero yo he puesto mi reySobre Sion, mi santo monte.
Salmos 3:4. Con mi voz clamé a Jehová,Y él me respondió desde su monte santo. Selah
Salmos 11:1. En Jehová he confiado;¿Cómo decís a mi alma,Que escape al monte cual ave?
Salmos 15:1. Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?¿Quién morará en tu monte santo?
Salmos 18:7. La tierra fue conmovida y tembló;Se conmovieron los cimientos de los montes,Y se estremecieron, porque se indignó él.
Salmos 24:3. ¿Quién subirá al monte de Jehová?¿Y quién estará en su lugar santo?
Salmos 30:7. Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.Escondiste tu rostro, fui turbado.
Salmos 36:6. Tu justicia es como los montes de Dios,Tus juicios, abismo grande.Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
Salmos 42:6. Dios mío, mi alma está abatida en mí;Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
Salmos 43:3. Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;Me conducirán a tu santo monte,Y a tus moradas.
Salmos 46:2. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,Y se traspasen los montes al corazón del mar;
Salmos 46:3. Aunque bramen y se turben sus aguas,Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
Salmos 48:1. Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabadoEn la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
Salmos 48:2. Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,Es el monte de Sion, a los lados del norte,La ciudad del gran Rey.
Salmos 48:11. Se alegrará el monte de Sion;Se gozarán las hijas de JudáPor tus juicios.
Salmos 50:11. Conozco a todas las aves de los montes,Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.
Salmos 65:6. Tú, el que afirma los montes con su poder,Ceñido de valentía;
Salmos 68:14. Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.
Salmos 68:15. Monte de Dios es el monte de Basán;Monte alto el de Basán.
Salmos 68:16. ¿Por qué observáis, oh montes altos,Al monte que deseó Dios para su morada?Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.
Salmos 72:3. Los montes llevarán paz al pueblo,Y los collados justicia.
Salmos 72:16. Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;Su fruto hará ruido como el Líbano,Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
Salmos 74:2. Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;Este monte de Sion, donde has habitado.
Salmos 76:4. Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.
Salmos 78:54. Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,A este monte que ganó su mano derecha.
Salmos 78:68. Sino que escogió la tribu de Judá,El monte de Sion, al cual amó.
Salmos 80:10. Los montes fueron cubiertos de su sombra,Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
Salmos 80:13. La destroza el puerco montés,Y la bestia del campo la devora.
Salmos 83:14. Como fuego que quema el monte,Como llama que abrasa el bosque.
Salmos 87:1. Su cimiento está en el monte santo.
Salmos 90:2. Antes que naciesen los montesY formases la tierra y el mundo,Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
Salmos 95:4. Porque en su mano están las profundidades de la tierra,Y las alturas de los montes son suyas.
Salmos 97:5. Los montes se derritieron como cera delante de Jehová,Delante del Señor de toda la tierra.
Salmos 98:8. Los ríos batan las manos,Los montes todos hagan regocijo
Salmos 99:9. Exaltad a Jehová nuestro Dios,Y postraos ante su santo monte,Porque Jehová nuestro Dios es santo.
Salmos 104:6. Con el abismo, como con vestido, la cubriste;Sobre los montes estaban las aguas.
Salmos 104:8. Subieron los montes, descendieron los valles,Al lugar que tú les fundaste.
Salmos 104:10. Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos;Van entre los montes;
Salmos 104:11. Dan de beber a todas las bestias del campo;Mitigan su sed los asnos monteses.
Salmos 104:13. El riega los montes desde sus aposentos;Del fruto de sus obras se sacia la tierra.
Salmos 104:18. Los montes altos para las cabras monteses;Las peñas, madrigueras para los conejos.
Salmos 104:32. El mira a la tierra, y ella tiembla;Toca los montes, y humean.
Salmos 114:4. Los montes saltaron como carneros,Los collados como corderitos.
Salmos 114:6. Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,Y vosotros, collados, como corderitos?
Salmos 121:1. Alzaré mis ojos a los montes;¿De dónde vendrá mi socorro?
Salmos 125:1. Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,Que no se mueve, sino que permanece para siempre.
Salmos 125:2. Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,Así Jehová está alrededor de su puebloDesde ahora y para siempre.
Salmos 133:3. Como el rocío de Hermón,Que desciende sobre los montes de Sion;Porque allí envía Jehová bendición,Y vida eterna.
Salmos 144:5. Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende;Toca los montes, y humeen.
Salmos 147:8. El es quien cubre de nubes los cielos,El que prepara la lluvia para la tierra,El que hace a los montes producir hierba.
Salmos 148:9. Los montes y todos los collados,El árbol de fruto y todos los cedros;
Proverbios 8:25. Antes que los montes fuesen formados, Antes de los collados, ya había sido yo engendrada;
Proverbios 27:25. Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y se segarán las hierbas de los montes.
Cantares 2:8. ¡La voz de mi amado! He aquí él viene Saltando sobre los montes, Brincando sobre los collados.
Cantares 2:17. Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, Vuélvete, amado mío; sé semejante al corzo, o como el cervatillo Sobre los montes de Beter.
Cantares 4:6. Hasta que apunte el día y huyan las sombras, Me iré al monte de la mirra, Y al collado del incienso.
Cantares 4:8. Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos.
Isaias 2:2. Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
Isaias 2:3. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Isaias 2:14. sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados;
Isaias 4:5. Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel,
Isaias 5:25. Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
Isaias 7:2. Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.
Isaias 7:25. Y a todos los montes que se cavaban con azada, no llegarán allá por el temor de los espinos y de los cardos, sino que serán para pasto de bueyes y para ser hollados de los ganados.
Isaias 8:18. He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion.
Isaias 10:12. Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sion y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos.
Isaias 10:32. Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén.
Isaias 11:9. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Isaias 13:2. Levantad bandera sobre un alto monte; alzad la voz a ellos, alzad la mano, para que entren por puertas de príncipes. Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria.
Isaias 13:4. Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.
Isaias 14:13. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
Isaias 14:25. que quebrantaré al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro.
Isaias 16:1. Enviad cordero al señor de la tierra, desde Sela del desierto al monte de la hija de Sion.
Isaias 17:13. Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino.
Isaias 18:3. Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en los montes, mirad; y cuando se toque trompeta, escuchad.
Isaias 18:6. Y serán dejados todos para las aves de los montes y para las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.
Isaias 18:7. En aquel tiempo será traída ofrenda a Jehová de los ejércitos, del pueblo de elevada estatura y tez brillante, del pueblo temible desde su principio y después, gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sion.
Isaias 22:5. Porque día es de alboroto, de angustia y de confusión, de parte del Señor, Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar el muro, y clamar al monte.
Isaias 24:23. La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.
Isaias 25:6. Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.
Isaias 25:7. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones.
Isaias 25:10. Porque la mano de Jehová reposará en este monte; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar.
Isaias 27:13. Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.
Isaias 28:21. Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.
Isaias 29:8. Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sion.
Isaias 30:17. Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina.
Isaias 30:25. Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.
Isaias 30:29. Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel.
Isaias 31:4. Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león y el cachorro de león ruge sobre la presa, y si se reúne cuadrilla de pastores contra él, no lo espantarán sus voces, ni se acobardará por el tropel de ellos; así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sion, y sobre su collado.
Isaias 32:14. Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;
Isaias 32:19. Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.
Isaias 34:3. Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos.
Isaias 37:24. Por mano de tus siervos has vituperado al Señor, y dijiste: Con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses escogidos; llegaré hasta sus más elevadas cumbres, al bosque de sus feraces campos.
Isaias 37:32. Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
Isaias 40:4. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
Isaias 40:9. Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!
Isaias 40:12. ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?
Isaias 41:15. He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo.
Isaias 42:11. Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar; canten los moradores de Sela, y desde la cumbre de los montes den voces de júbilo.
Isaias 42:15. Convertiré en soledad montes y collados, haré secar toda su hierba; los ríos tornaré en islas, y secaré los estanques.
Isaias 44:23. Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.
Isaias 49:11. Y convertiré en camino todos mis montes, y mis calzadas serán levantadas.
Isaias 49:13. Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.
Isaias 52:7. ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
Isaias 54:10. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
Isaias 55:12. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
Isaias 56:7. yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
Isaias 57:7. Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a hacer sacrificio.
Isaias 57:13. Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.
Isaias 64:1. ¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes,
Isaias 64:3. Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.
Isaias 65:7. por vuestras iniquidades, dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres juntamente, los cuales quemaron incienso sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron; por tanto, yo les mediré su obra antigua en su seno.
Isaias 65:9. Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí.
Isaias 65:11. Pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino;
Isaias 65:25. El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.
Isaias 66:20. Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová.
Jeremias 2:24. asna montés acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento. De su lujuria, ¿quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se fatigarán, porque en el tiempo de su celo la hallarán.
Jeremias 3:6. Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica.
Jeremias 3:23. Ciertamente vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes; ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel.
Jeremias 4:15. Porque una voz trae las nuevas desde Dan, y hace oír la calamidad desde el monte de Efraín.
Jeremias 4:24. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.
Jeremias 9:10. Por los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto por los pastizales del desierto; porque fueron desolados hasta no quedar quien pase, ni oírse bramido de ganado; desde las aves del cielo hasta las bestias de la tierra huyeron, y se fueron.
Jeremias 13:16. Dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.
Jeremias 14:6. Y los asnos monteses se ponían en las alturas, aspiraban el viento como chacales; sus ojos se ofuscaron porque no había hierba.
Jeremias 16:16. He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán por todo monte y por todo collado, y por las cavernas de los peñascos.
Jeremias 17:26. Y vendrán de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de tierra de Benjamín, de la Sefela, de los montes y del Neguev, trayendo holocausto y sacrificio, y ofrenda e incienso, y trayendo sacrificio de alabanza a la casa de Jehová.
Jeremias 26:18. Miqueas de Moreset profetizó en tiempo de Ezequías rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.
Jeremias 31:5. Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los que plantan, y disfrutarán de ellas.
Jeremias 31:6. Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sion, a Jehová nuestro Dios.
Jeremias 31:23. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo.
Jeremias 46:18. Vivo yo, dice el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos, que como Tabor entre los montes, y como Carmelo junto al mar, así vendrá.
Jeremias 49:16. Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.
Jeremias 50:6. Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles.
Jeremias 50:19. Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma.
Jeremias 51:25. He aquí yo estoy contra ti, oh monte destruidor, dice Jehová, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano contra ti, y te haré rodar de las peñas, y te reduciré a monte quemado.
Lamentaciones 4:19. Ligeros fueron nuestros perseguidores más que las águilas del cielo; Sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos pusieron emboscadas.
Lamentaciones 5:18. Por el monte de Sion que está asolado; Zorras andan por él.
Ezequiel 6:2. Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos.
Ezequiel 6:3. Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré vuestros lugares altos.
Ezequiel 6:13. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus ídolos.
Ezequiel 7:7. La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día de tumulto, y no de alegría, sobre los montes.
Ezequiel 7:16. Y los que escapen de ellos huirán y estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad.
Ezequiel 11:23. Y la gloria de Jehová se elevó de en medio de la ciudad, y se puso sobre el monte que está al oriente de la ciudad.
Ezequiel 17:22. Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime.
Ezequiel 17:23. En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán.
Ezequiel 18:6. que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa,
Ezequiel 18:11. y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo,
Ezequiel 18:15. no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; la mujer de su prójimo no violare,
Ezequiel 19:9. Y lo pusieron en una jaula y lo llevaron con cadenas, y lo llevaron al rey de Babilonia; lo pusieron en las fortalezas, para que su voz no se oyese más sobre los montes de Israel.
Ezequiel 20:40. Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas.
Ezequiel 22:9. Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti; hicieron en medio de ti perversidades.
Ezequiel 27:5. De hayas del monte Senir te fabricaron todo el maderaje; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.
Ezequiel 28:14. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Ezequiel 28:16. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
Ezequiel 31:12. Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán.
Ezequiel 32:5. Pondré tus carnes sobre los montes, y llenaré los valles de tus cadáveres.
Ezequiel 32:6. Y regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los arroyos se llenarán de ti.
Ezequiel 33:28. Y convertiré la tierra en desierto y en soledad, y cesará la soberbia de su poderío; y los montes de Israel serán asolados hasta que no haya quien pase.
Ezequiel 34:6. Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas.
Ezequiel 34:13. Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.
Ezequiel 34:14. En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí dormirán en buen redil, y en pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel.
Ezequiel 35:2. Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir, y profetiza contra él,
Ezequiel 35:3. y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te convertiré en desierto y en soledad.
Ezequiel 35:7. Y convertiré al monte de Seir en desierto y en soledad, y cortaré de él al que vaya y al que venga.
Ezequiel 35:8. Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada.
Ezequiel 35:12. Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos.
Ezequiel 35:15. Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti; asolado será el monte de Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jehová.
Ezequiel 36:1. Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová.
Ezequiel 36:4. por tanto, montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y asolamientos y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por botín y escarnio de las otras naciones alrededor;
Ezequiel 36:6. Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y dí a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las naciones.
Ezequiel 36:8. Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque cerca están para venir.
Ezequiel 37:22. y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.
Ezequiel 38:8. De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente.
Ezequiel 38:20. que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra.
Ezequiel 38:21. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano.
Ezequiel 39:2. Y te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de las partes del norte, y te traeré sobre los montes de Israel;
Ezequiel 39:4. Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida.
Ezequiel 39:17. Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre.
Ezequiel 40:2. En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una gran ciudad, hacia la parte sur.
Ezequiel 43:12. Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que esta es la ley de la casa.
Daniel 2:35. Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.
Daniel 2:45. de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.
Daniel 5:21. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place.
Daniel 9:16. Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.
Daniel 9:20. Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;
Daniel 11:45. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo; mas llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude.
Oseas 4:13. Sobre las cimas de los montes sacrificaron, e incensaron sobre los collados, debajo de las encinas, álamos y olmos que tuviesen buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras.
Oseas 8:9. Porque ellos subieron a Asiria, como asno montés para sí solo; Efraín con salario alquiló amantes.
Oseas 10:8. Y los lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
Joel 2:1. Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.
Joel 2:2. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.
Joel 2:5. Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.
Joel 2:32. Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
Joel 3:17. Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.
Joel 3:18. Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim.
Amos 3:9. Proclamad en los palacios de Asdod, y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved las muchas opresiones en medio de ella, y las violencias cometidas en su medio.
Amos 4:1. Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos.
Amos 4:13. Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.
Amos 6:1. ¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel!
Amos 9:13. He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.
Abdias 1:8. ¿No haré que perezcan en aquel día, dice Jehová, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esaú?
Abdias 1:9. Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú por el estrago.
Abdias 1:16. De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido.
Abdias 1:17. Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones.
Abdias 1:19. Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad.
Abdias 1:21. Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.
Jonas 2:6. Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Miqueas 1:4. Y se derretirán los montes debajo de él, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio.
Miqueas 3:12. Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.
Miqueas 4:1. Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.
Miqueas 4:2. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Miqueas 4:7. y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.
Miqueas 6:1. Oíd ahora lo que dice Jehová: Levántate, contiende contra los montes, y oigan los collados tu voz.
Miqueas 6:2. Oíd, montes, y fuertes cimientos de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene pleito con su pueblo, y altercará con Israel.
Miqueas 7:12. En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte.
Nahum 1:5. Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.
Nahum 1:15. He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más volverá a pasar por ti el malvado; pereció del todo.
Nahum 3:18. Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, reposaron tus valientes; tu pueblo se derramó por los montes, y no hay quien lo junte.
Habacuc 3:3. Dios vendrá de Temán, Y el Santo desde el monte de Parán. Selah Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.
Habacuc 3:6. Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos.
Habacuc 3:10. Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz, A lo alto alzó sus manos.
Sofonias 3:11. En aquel día no serás avergonzada por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte.
Hageo 1:8. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.
Hageo 1:11. Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
Zacarias 4:7. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.
Zacarias 6:1. De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce.
Zacarias 8:3. Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.
Zacarias 14:4. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Zacarias 14:5. Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.
Malaquias 1:3. y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
Mateo 4:8. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
Mateo 5:1. Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
Mateo 5:14. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Mateo 8:1. Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.
Mateo 14:23. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Mateo 15:29. Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí.
Mateo 17:1. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
Mateo 17:9. Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.
Mateo 17:20. Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.
Mateo 18:12. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?
Mateo 21:1. Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos,
Mateo 21:21. Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
Mateo 24:3. Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
Mateo 24:16. entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
Mateo 26:30. Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.
Mateo 28:16. Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
Marcos 3:13. Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.
Marcos 5:5. Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.
Marcos 5:11. Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo.
Marcos 6:46. Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar;
Marcos 9:2. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.
Marcos 9:9. Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos.
Marcos 11:1. Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos,
Marcos 11:23. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Marcos 13:3. Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte:
Marcos 13:14. Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes.
Marcos 14:26. Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.
Lucas 3:5. Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados;
Lucas 4:5. Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
Lucas 4:29. y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
Lucas 6:12. En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Lucas 8:32. Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.
Lucas 9:28. Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
Lucas 9:37. Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.
Lucas 19:29. Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos,
Lucas 19:37. Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto,
Lucas 21:21. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella.
Lucas 21:37. Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos.
Lucas 22:39. Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.
Lucas 23:30. Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos.
Juan 4:20. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Juan 4:21. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Juan 6:3. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.
Juan 6:15. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.
Juan 8:1. y Jesús se fue al monte de los Olivos.
Hechos 1:12. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.
Hechos 7:30. Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.
Hechos 7:38. Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos;
1 Corintios 13:2. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Galatas 4:24. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.
Galatas 4:25. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.
Hebreos 8:5. los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
Hebreos 11:38. de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
Hebreos 12:18. Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
Hebreos 12:20. porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
Hebreos 12:22. sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
2 Pedro 1:18. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
Apocalipsis 6:14. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.
Apocalipsis 6:15. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes;
Apocalipsis 6:16. y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
Apocalipsis 14:1. Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
Apocalipsis 16:20. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.
Apocalipsis 17:9. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer,
Apocalipsis 21:10. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,